Lunes 17 de Octubre de 2011.
Natalia Viola
LA GACETA
nviola@lagaceta.com.ar
MEMORIAS DEL FERROCARRIL
Desde 2008 la fueron saqueando sin tregua; hoy apenas queda una palmera y una casa que está ocupada.
De a poquito, lentamente. Así fueron consumiéndose las paredes, los techos, las escalinatas y los pisos de la Estación Muñecas. El trabajo fue intenso y sin interrupciones. Desde 2008, los vecinos aseguran que los carros fueron llevándose todo lo utilizable: ladrillos, baldosas, mármoles, chapas.
Parece un déjà vu, pero los hechos demuestran que este es el destino triste de casi todos los inmuebles que pertenecieron al ferrocarril. Lo mismo sucedió con la Estación Mate de Luna, y está pasando con los talleres de Tafí Viejo, con el predio Ferial Norte (estación El Bajo) y con El Provincial.
Donde estaba la Estación Muñecas hay un asentamiento con casitas muy precarias. Los únicos rastros del tren son una emblemática palmera y el testimonio de los vecinos; sus recuerdos del pasado.
Nora Olea vive a 100 metros de la ex estación y fue testigo de cómo la estructura iba siendo desmantelada. "Vendían los ladrillos, los durmientes... todo", comenta. En menos de dos años sólo quedaron un montículo de tierra y escombros.
"Un comedor, un destacamento policial, cualquier cosa podrían haber puesto allí", agrega indignada. Nora cuenta que se juntó con varios vecinos hablaron con un legislador para que impidiera la desaparición del inmueble, pero sólo recibieron promesas. Nada más.
Lo que hay
Al frente, cruzando las vías se ve una sencilla casa que pareciera del ferrocarril por su característica galería con cenefas caladas y columnas de hierro.
"Esa era la casa del cuidador, pero ahora está ocupada", explica Ramona de Gramajo, otra vecina de las vías. ¿Es lo único que sobrevivió? "Eso, nada más", dice poniéndo las manos sobre las caderas en señal de resignación.
La Estación Muñecas fue una terminal intermedia muy importante. Llegó a contar con 10 vías para el cambio de formaciones. Tenía el brete, lugar para alimentar a los animales que llegaban en los vagones y que debían seguir viaje al norte, o bien, pasar a los camiones para continuar camino hacia las bocas de consumo.
En 1995, una crónica publicada por LA GACETA advertía sobre la preocupación de los vecinos. Sin el tren, la estación estaba siendo ocupada a la noche por malvivientes. En esa época todavía había un jefe y un empleado durante el día.
En 1998 la estación ya había sido ocupada por cinco familias. El edificio todavía estaba en pie y había un par de vagones abandonados. Diez años más tarde, todo terminó.
Arribo a Tucumán.- "Apenas llegó el ferrocarril, en 1876, comenzó a planearse la prolongación hasta Bolivia. En 1880 se dispuso construir el tramo Muñecas-Río Tapia, siguiendo hacia el norte. En 1885 se llegó a Vipos, a Rosario de la Frontera en 1888 y a San Salvador de Jujuy en 1891", cuenta Carlos Coronel.
Un punto clave.- La Estación Muñecas fue parada obligada de muchos taficeños que viajaban en el tren local.
Un solo testimonio.- En la casilla, que aún existe pero está ocupada, funcionaba un consultorio médico y la guardia de la policía ferroviaria, que dependía de la Policía Federal Argentina.
El camino.- Desde esta estación, a la altura de la avenida América nacía un desvío que pasaba por el ingenio San José y cruzaba el cañaveral (actuales diagonales norte y sur de Yerba Buena) para llegar hasta el Ingenio San Pablo.
Un dato que llama la atención es que la estación Muñecas figura dentro del listado de bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Provincia (Ley 7535, sancionada en 2005). Pero no hubo forma de preservarla de la debacle. El inmueble era una copia fiel de la estación de Las Cejas, que todavía sigue en pie.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/460468/de-pedazos-desgarraron-estacion-munecas.html?origen=mlt
Natalia Viola
LA GACETA
nviola@lagaceta.com.ar
Desde 2008 la fueron saqueando sin tregua; hoy apenas queda una palmera y una casa que está ocupada.
De a poquito, lentamente. Así fueron consumiéndose las paredes, los techos, las escalinatas y los pisos de la Estación Muñecas. El trabajo fue intenso y sin interrupciones. Desde 2008, los vecinos aseguran que los carros fueron llevándose todo lo utilizable: ladrillos, baldosas, mármoles, chapas.
Parece un déjà vu, pero los hechos demuestran que este es el destino triste de casi todos los inmuebles que pertenecieron al ferrocarril. Lo mismo sucedió con la Estación Mate de Luna, y está pasando con los talleres de Tafí Viejo, con el predio Ferial Norte (estación El Bajo) y con El Provincial.
LO QUE ERA. Una fotografía que muestra lo imponente de la estación. |
Donde estaba la Estación Muñecas hay un asentamiento con casitas muy precarias. Los únicos rastros del tren son una emblemática palmera y el testimonio de los vecinos; sus recuerdos del pasado.
Nora Olea vive a 100 metros de la ex estación y fue testigo de cómo la estructura iba siendo desmantelada. "Vendían los ladrillos, los durmientes... todo", comenta. En menos de dos años sólo quedaron un montículo de tierra y escombros.
"Un comedor, un destacamento policial, cualquier cosa podrían haber puesto allí", agrega indignada. Nora cuenta que se juntó con varios vecinos hablaron con un legislador para que impidiera la desaparición del inmueble, pero sólo recibieron promesas. Nada más.
Lo que hay
Al frente, cruzando las vías se ve una sencilla casa que pareciera del ferrocarril por su característica galería con cenefas caladas y columnas de hierro.
2008. El deterioro y los robos terminaron con un edificio magnífico. GENTILEZA CARLOS CORONEL DI FAZIO. |
"Esa era la casa del cuidador, pero ahora está ocupada", explica Ramona de Gramajo, otra vecina de las vías. ¿Es lo único que sobrevivió? "Eso, nada más", dice poniéndo las manos sobre las caderas en señal de resignación.
La Estación Muñecas fue una terminal intermedia muy importante. Llegó a contar con 10 vías para el cambio de formaciones. Tenía el brete, lugar para alimentar a los animales que llegaban en los vagones y que debían seguir viaje al norte, o bien, pasar a los camiones para continuar camino hacia las bocas de consumo.
En 1995, una crónica publicada por LA GACETA advertía sobre la preocupación de los vecinos. Sin el tren, la estación estaba siendo ocupada a la noche por malvivientes. En esa época todavía había un jefe y un empleado durante el día.
En 1998 la estación ya había sido ocupada por cinco familias. El edificio todavía estaba en pie y había un par de vagones abandonados. Diez años más tarde, todo terminó.
Arribo a Tucumán.- "Apenas llegó el ferrocarril, en 1876, comenzó a planearse la prolongación hasta Bolivia. En 1880 se dispuso construir el tramo Muñecas-Río Tapia, siguiendo hacia el norte. En 1885 se llegó a Vipos, a Rosario de la Frontera en 1888 y a San Salvador de Jujuy en 1891", cuenta Carlos Coronel.
TESTIMONIO. La casa de la guardia policial estaba al frente de la estación, donde hoy sólo hay una palmera. El resto es un asentamiento. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO. |
Un punto clave.- La Estación Muñecas fue parada obligada de muchos taficeños que viajaban en el tren local.
Un solo testimonio.- En la casilla, que aún existe pero está ocupada, funcionaba un consultorio médico y la guardia de la policía ferroviaria, que dependía de la Policía Federal Argentina.
El camino.- Desde esta estación, a la altura de la avenida América nacía un desvío que pasaba por el ingenio San José y cruzaba el cañaveral (actuales diagonales norte y sur de Yerba Buena) para llegar hasta el Ingenio San Pablo.
Un dato que llama la atención es que la estación Muñecas figura dentro del listado de bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Provincia (Ley 7535, sancionada en 2005). Pero no hubo forma de preservarla de la debacle. El inmueble era una copia fiel de la estación de Las Cejas, que todavía sigue en pie.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/460468/de-pedazos-desgarraron-estacion-munecas.html?origen=mlt
No hay comentarios:
Publicar un comentario