domingo, 21 de julio de 2013

La inesperada visita presidencial

Domingo, 21 de julio de 2013.

En el año del centenario de la Revolución de Mayo nuestra provincia (Mendoza) recibió al presidente José Figueroa Alcorta.



Fueron muy pocas las ocasiones que un presidente de la Nación visitó nuestra provincia durante fines del siglo XIX y principios del XX. Recordemos que Roca llegó en 1885 para inaugurar algunas obras públicas y desde allí, pasaron varios años hasta que un mandatario pisara tierra mendocina. En setiembre de 1910 nos visitó, casi sin aviso, José Figueroa Alcorta. Su fugaz estada fue celebrada por toda la población y se organizaron bacanales en su honor.

Llegada accidental

El Centenario de la Revolución también fue celebrado en Chile con bombos y platillos. Para esa especial conmemoración fue invitado el presidente José Figueroa Alcorta con varios de sus miembros de su gabinete. Era lógico que el primer mandatario volviera en tren desde Santiago y pasara obligatoriamente por Mendoza.

Algunos opinaban que no se quedaría y que emprendería su marcha directamente a Buenos Aires. Pero a mediados de ese mes llegó la noticia que estaría por dos días. Fue entonces que el gobierno, algunos industriales y comerciantes organizaron actos y excursiones para agasajar al primer mandatario y sus ministros. El gobernador invitó a la población a recibir a los representantes de la nación. La fecha para la recepción sería el 22 de setiembre a las 20.

Tren, estación, cielo

En aquella tarde de primavera, la gente empezó a llegar presurosa a la estación del ferrocarril trasandino, en Belgrano y Sargento Cabral de ciudad -hoy es el edificio del Archivo General de la Provincia-. Junto a ellos se encontraban una comitiva del gobierno presidida por el gobernador Rufino Ortega (hijo), la banda de la Policía de Mendoza y un batallón de infantería del 16.

La expectativa era grande para muchas personas que querían conocer al presidente en vivo. Algunos estaban con banderas albicelestes y se apostaron en las calles aledañas a la terminal. Tanto los militares como los policías estaban provistos de antorchas. Cuando el convoy hizo su entrada a la estación, a las 22, sonaron los acordes de las bandas de música.



Los honorables viajeros descendieron de los coches, recibiendo las salutaciones de las primeras autoridades. Entre tanto, el público que se encontraba en los alrededores, presenciaba con curiosidad. A los pocos minutos, el presidente y el gobernador del la provincia se saludaron con un caluroso apretón de manos. Luego, ambas comitivas subieron a los carruajes.

El cortejo presidencial circuló por Belgrano hacia calle Las Heras en donde otra parte del público se encontraba para vitorear al primer mandatario. También desde los balcones de algunas casas se sumaban para ver pasar al presidente. A llegar a la casa del gobernador, el doctor Figueroa Alcorta y varios de sus ministros saludaron. Vencidos por el cansancio del largo viaje, se alojaron en sus habitaciones.

Entre vinos y flores

A la mañana, el presidente y el gobernador realizaron excursiones por varios departamentos.Los visitantes se levantaron muy temprano y a las 10 de la mañana, emprendieron la excursión en un nuevo transporte: el automóvil.

En estas lujosas máquinas, viajaron primero al dique Cipolletti, luego pasaron por la plaza de departamento de Luján en donde lo esperaba el intendente y gran cantidad de público. Luego, siguieron rumbo a la estación de General Gutiérrez en donde algunos ministros llegaron en tren y desde allí fueron a la casa de bodeguero Juan Giol, llamada "La Colina de oro". Al llegar a ese lugar, fueron recibido con las más exquisitos manjares y con el mejor de los vinos y champán.

El presidente, no podía creer tanto lujo en ese establecimiento vitivinícola. Finalizados los brindis, partieron hacia la pequeña villa de Maipú, cuyas calles estaban totalmente embanderadas con los colores nacionales. Allí los maipucinos saludaron al cortejo motorizado que tomó rumbo hacia la bodega de Antonio Tomba en Godoy Cruz.

Al llegar a la bodega Tomba, fueron recibido por el administrador quien guió el recorrido de uno de los más importante establecimientos en ese momento. Finalizada la visita, partieron al Parque General San Martín para se agasajados por la alta sociedad mendocina en los llamados corsos de flores.

Por la noche, se celebró un gran baile en honor al presidente y su comitiva, en las que participaron las más distinguidas damas y caballeros de la provincia como también los gobernadores de San Juan y San Luis.

En la mañana del 24, el presidente Figueroa Alcorta partió de la estación de Mendoza rumbo a Buenos Aires. Recién, 40 años después, otro presidente dejaría su huella en Mendoza. Carlos Campana - las2campanas@yahoo.com.ar

http://www.losandes.com.ar/notas/2013/7/21/inesperada-visita-presidencial-727339.asp

viernes, 19 de julio de 2013

La estación Termas es un refugio para el arte (Termas de Río Hondo)

Viernes 19 de Julio de 2013.

Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar

La parada terminal del desparecido ramal C-10 del ex Belgrano funcionó más de 40 años. Se habilitó en 1929 y se clausuró en los 70. Sin vías, playa de maniobras ni vestigios de señales, el edificio para viajeros es sede de dos museos y de una oficina pública.

LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.


El poeta español, crítico literario y catedrático de la Universidad de Granada, Luis García Montero, considera al ferrocarril

"no sólo como un medio de transporte sino también como una máquina llena de cultura. El tren permite que los viajeros coloquen su alma entre el equipaje y las conversaciones. Y la relación entre un autor y un lector se parece mucho a la complicidad de dos extraños sentados en el mismo coche".

Quizás por ello la otrora estación ferrocarrilera Termas de Río Hondo cobije desde 1999, en dos alas de sus instalaciones, a dos museos: el de Artesanías Regionales y el de Artes. Y en la restante, a la oficina 489 del Registro Civil de Santiago del Estero.

LA FACHADA. El edificio de viajeros mantiene su estilo inglés. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.


La parada terminal del desaparecido ramal C-10 del ex Ferrocarril General Belgrano, se localiza en un predio que fue acotado a la avenida Presidente Perón, hacia el norte, y al bulevar Perón, al sur; el límite este lo establece la avenida Juan Bautista Alberdi sobre la traza de la ruta nacional 9 y la avenida Belgrano, demarca el oeste.

Cuatro décadas
Durante cuatro décadas los habitantes de la villa turística, conocida antiguamente como Miraflores, disfrutaron de las comodidades y beneficios de esta prestación del transporte sobre rieles. Precisamente en los años de apogeo del ferrocarril en el país y la región noroeste.

"Mi esposo, Fermín Villacorta, era el conductor del tren que venía a Las Termas. También se desempeñó como secretario general de La Fraternidad. El gremio de los maquinistas. Allá en la sede de Hipólito Yrigoyen 1.938 de la entonces Capital Federal. La estación -mientras señala con su mano donde está la parada- al principio era de madera pero después fue construida al estilo inglés. En este ramal también participaron los alemanes", dijo doña Emilia Esther Parrado Sosa de Villacorta, de 94 años de edad, que reside a una cuadra de la estación.



El Cenicero
La mujer, que el 6 de enero próximo cumplirá 95 años, explicó que por el frente de su domicilio donde hoy se encuentra la plaza doble Manuel Belgrano, se encontraba el triángulo, es decir, las vías por las que la máquina era conducida hasta la plataforma giratoria, donde daba vuelta para poder emprender el servicio de regreso a la capital tucumana.

"Aún más -añadió-. Más atrás se encontraba el cenicero. El lugar donde se les extraían las cenizas de la leña que quemaban y la manga para cargar agua".

SIN VIAS. Sólo residuos del andén; y la playa de maniobras hoy es un parque. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.


"En realidad Yrigoyen se llamaba Juan Hipólito del Corazón de Jesús Yrigoyen", acotó la madura señora, en otra muestra de una prodigiosa memoria.

Importante
Doña Emilia cuenta que el ferrocarril era muy importante para Las Termas. No sólo por las comunicaciones sino también para el comercio, la comunidad y paa el desarrollo turístico a través de la explotación y difusión de sus aguas termales. Y que la línea se terminó de construir en 1929. Y que aunque se habilitó el 30 de julio del mismo año, en una importante y concurrida ceremonia, la estación se inauguró el 1 de septiembre.

La ventanilla de expendio de pasajes luce a la par de una pintura.


La construcción
El ramal Las Termas-Tucumán N (El Bajo), según documentos de la época, fue construido por partes, por el entonces denominado Ferrocarril Central Norte Argentino. El 6 de julio de 1909 se terminó el primer trayecto entre Pacará y El Bracho. En 1911 se alargó hasta Santa Rosa de Leales. A partir del 20 de junio de 1915 la punta de riel se extendió hasta Leales. Y 13 años después se completó el tramo de 66 km hasta Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero.

Una locomotora
"A través del tren llegaban la leche, LA GACETA, las revistas, los productos artesanales de la gente del interior tucumano y del sur santiagueño. También se llevaban de aquí cabritos, pescado y se hacían las compras mayoristas y hasta minoristas de los grandes almacenes de Las Termas, que fue declarada ciudad en 1954", agregó la señora Parrado Sosa de Villacorta, que en 1973 fue electa como primera mujer edil del municipio santiagueño de Río Hondo.

En la parte delantera de la estación, hay una "morocha" (locomotora a vapor) de los años 20, que según Alba Rojas, que realizó varios trabajos de investigación histórica sobre Las Termas, fue traída del museo que había en la estación Tucumán N de El Bajo.

LA GALERIA. Hoy es un salón que cobija pinturas y esculturas.


Tres placas
También se pueden apreciar tres placas de bronce sobre una base de mármol blanco. Una evoca la creación de la parada ferroviaria, otra de los ferroviarios de la zona norte y la tercera indica el año de colocación de la máquina 30 de agosto de 1982.

Hacia el lado de la primera manzana del parque Martín Miguel de Güemes se encontraba el tanque de agua de la estación y las vías llegaban hasta la calle Libertad, donde hoy se estableció una feria. En esa arteria existía un paragolpe tope del tendido férreo.

El andén, hacia el lado de las canchas de tenis del polideportivo municipal Gaby Fares Ruiz, fue cerrado, aunque aún se notan los arcos. Por cierto, no quedaron rastros de las vías. Todas fueron retiradas a partir de 1980, cuando el Gobierno nacional, a través de una licitación, dispuso que las levantaran.


El ramal incluía 21 escalas hasta Pacará

"El ramal Termas-Tucumán contaba con 21 escalas, entre estaciones, apeadores y desvíos, hasta Pacará. Pero sumaban 26 hasta Tucumán N, en El Bajo", contó con cierto orgullo don Arnaldo Reguilón, de 79 años, hijo de un ferroviario.

La familia Reguilón reside en una vivienda de la avenida Belgrano, próxima a la estación termense. "Mi padre era cambista y fue trasladado de Rosario de la Frontera para aquí. Mi madre padecía un reuma que la tenía a maltraer, pero con las aguas termales de este lugar se curó y vivió hasta los 103 años", contó don Arnaldo, que no pudo disimular sus emociones mientras recordaba a sus progenitores y hablaba del ferrocarril.



Sin preámbulos ni formalidades buscó fotografías en su dormitorio pero sólo pudo rescatar dos, de su padre con amigos ferrocarrileros con ropa de esa época. Y sin mediar excusas, pasó a enumerar las paradas que atravesaba el ramal C-10: "arrancaba en Termas, pasaba el apeadero Pérez de Zurita y luego La Donosa, que estaba en la línea del límite. Las tres eran de Santiago del Estero. Luego venían las de Tucumán: El Guardamonte, apeadero Miguel Lillo, Nueva España, Cachi Huasi, Leales, Cachi Yaco, Santa Rosa de Leales, parada Sueldos, La Encantada, Palá Palá, Esquina, El Bracho, apeadero 791, finca Elisa, desvío Polito, desvío Retiro, desvío Bustamante Pacará, La Aguadita, San Andrés, Gobernador Nougués, Mate de Luna y El Bajo.

La estación con techo a dos aguas y la galería del andén fueron cerradas. Sólo una vieja casilla ubicada en el frente de la segunda parte de la plaza Manuel Belgrano quedó como único legado de esos tiempos ferroviarios. Tampoco existe la plataforma giratoria, que se encontraba sobre ese sector y los galpones que estaban en el predio del complejo polideportivo. Toda esa zona fue parquizada y urbanizada durante la intendencia de Juan Carlos Vagliatti.



DESDE EL ANDÉN TERMENSE

- DOS TRENES DIARIOS.- "Había dos servicios diarios de trenes con clase única, que partían a las 6.30 y 16.30 desde Termas hacia El Bajo, donde arribaban a las 9.55 y a las 20, respectivamente. También llegaban tres cargueros por semana", recordó doña Emilia Esther Parrado Sosa de Villacorta (foto de la izquierda)

- POCOS HABITANTES.- La villa de Río Hondo, en sus comienzos, no tenía más de 300 habitantes, hasta que fueron apareciendo los primeros hospedajes. El primer hotel data de 1884 y con el transcurso de los años la villa creció y más aún con el ferrocarril. Hoy su expansión sigue en pleno auge.

- DEBAJO DEL AGUA.- La necesidad de regular las crecidas del río Dulce motorizó la construcción del dique Frontal. Ello hizo necesario que la antigua villa fuera trasladada a la zona alta, donde se hallaba la estación del ferrocarril. El dique se inauguró en 1967 y la villa original quedó cubierta por las aguas.

- COCHE MOTOR.- "A diario solía venir un coche motor que transportaba las personas que venían a jugar al casino de Termas. Este arribaba a las 21. Los domingos sólo había un servicio de trenes clase única que partía a las 17.35 y llegaba a las 20.33 a El Bajo tucumano", recordó Arnaldo Reguilón (foto de la derecha)

- CLASE UNICA.- Todos los días partían dos trenes desde Leales a El Bajo. Uno a las 5.52 y otro a las 13.17, que arribaba a la estación Central Norte a las 7.50 y 15.10, respectivamente. Y desde Tucumán N retornaban a Leales a las 10.50 y 18.08 que llegaban a las 12.47 y 20.06, respectivamente.

- RAMAL MUERTO.- El trazado del ramal C-10 se estancó en la Villa de Río Hondo, ya que nunca se llevó adelante la prolongación pautada hasta la capital santiagueña. Se clausuró en la década del 70 y se volvió un ramal muerto. Siete años después, las estaciones de su recorrido se cerraron y en 1982 se levantaron las vías.

http://www.lagaceta.com.ar/nota/552934/sociedad/estacion-termas-refugio-para-arte.html

viernes, 5 de julio de 2013

La única estación santiagueña del C-8 (Rapelli)

Viernes 5 de julio de 2013.

Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar

A través de los 159 km de recorrido del ramal Las Cejas-Rosario de la Frontera, más conocido como C-8, Rapelli es la única estación intermedia que se asienta en territorio de Santiago del Estero. La parada fue habilitada en 1909 y se clausuró en 1992. Desde su playa de maniobra también salía el ramal C-19 del ex Ferrocarril Central Norte, hacia Betbeder.

INTACTA. La parada se mantiene. Pero la playa de maniobras va reduciéndose.


"Ramal que para, ramal que cierra", fue la frase acuñada por el ex presidente Carlos Menem para justificar el proceso privatizador de los ferrocarriles en la década del 90. La profecía se cumplió y el sistema ferroviario argentino pasó de ser uno de los más importantes del mundo con cerca de 50.000 km de vías utilizables a usar sólo 900 km para el transporte urbano de pasajeros y menos de 8.000, más defectuosos todavía, para transportar carga.

El dato no es nuevo pero aún se mantiene. Alguna vez se modificará. Y los habitantes de Rapelli, la única estación santiagueña del ramal Las Cejas-Rosario de la Frontera (Salta), más conocido como C-8 en la jerga ferroviaria, no pierden las esperanzas. Aunque el clima los castigue y la tierra los condene a cubrirse de polvo en "la seca" o a enlodarse luego de un día excepcional de lluvia, no claudican.

Cerca de las vías

Rapelli es una localidad de 4.000 habitantes, que se localiza en el departamento Pellegrini de Santiago del Estero. Se ubica a la vera de la ruta nacional N° 34, a sólo tres km al este del límite con Tucumán. Desde la capital tucumana se puede llegar hasta su rectangular trazado callejero, a través de la ruta 304 y antes de Burruyacu girar hacia al este por la 336, hasta Garmendia y desde allí acceder a la nueva traza de la ruta 34 otros 32 km.


LAS POLEAS. Un siglo de existencia avala la calidad y durabilidad del hierro de estos accesorios ferroviarios. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI.


El pueblo que lleva el nombre de un administrador del ferrocarril, se vincula al norte por la 34, con Siete de Abril, en Tucumán, y al sur, con El Bobadal, Santiago del Estero.

"Desde que el ferrocarril dejó de andar quedamos incomunicados. Este era un pueblo floreciente, con madera de la mejor calidad y granos para alimentar a un ejercito durante décadas", dijo don Silvestre Díaz, de 87 años de edad.

"No nací aquí, pero vine muy chico del Chaco. Mi padre era de Sáenz Peña. Trabajé un tiempo largo pelando caña para los ingenios Los Ralos, Cruz Alta y Concepción. En esta parada subíamos al tren que nos llevaba hasta esos lugares. La cosa se ponía alegre cuando a las dos semanas volvíamos por uno o dos días. No había ninguno sano. Todos mamaditos, pero respetuosos", agregó don Díaz, que reside en una casa levantada en un descampado próximo a una represa, cerca de las vías del tren.

SIN GRASA. No se usan ni la palanca de cambio ni la base de madera. Sólo faltan los cables del sistema.


La parada ferroviaria, distante a siete cuadras hacia al oeste de la novel ruta 34, divide al poblado en dos partes. El edificio de viajeros fue pintado crema con zócalos y ribetes color ladrillo, al igual que los parantes y largueros del techo. Pero las puertas y ventanas, como así también las empalizadas, son de un fuerte amarillo.

Pasajeros hasta los 70

"Los pasajeros deben haber andado hasta después de los 70. Por aquí pasaba el tren de palo y también nos invadían los cargueros con petróleo o combustible que venían del norte. Además, se cargaban muchos vagones con troncos, maderas, durmientes, hortalizas, trigo, harina, arroz y zapallos gigantes. Otra cosa que se veía mucho era la alfalfa que traían desde Pozo Betbeder, un ramal corto que salía de Rapelli y se lo conocía como C-19", contó doña Matilde Luna, de 73 años.

Un ramal muerto


El ramal C-8 que abarcaba tres provincias, es uno de los denominados ramales muertos. Se extendía a lo largo de 159 km, casi paralelo a la ruta 34. Según documentación de la época, fue habilitado al servicio el 15 de abril de 1915. Pero el tramo entre Las Cejas-Antilla (Salta) se terminó de construir el 16 de septiembre de 1909. La línea de Rapelli a Betbeder, de 22 km de largo, se abrió el 15 de abril de 1915. Los cargueros dejaron de circular en octubre de 1992 y en Rapelli sólo quedan la vía principal y otra accesoria. Aún se observan restos de una tercera y parte de una cuarta que era la que conectaba con Betbeder.

Desde el andén

Falla geológica.-
Rapelli es atravesada por una grieta de 10 km de largo y hasta 3 m de profundidad. Fue producida por una falla geológica, que se extiende en forma intermitente desde el Cerro Negro en la provincia de Salta hasta Rapelli. La grieta ha venido extendiéndose en los últimos años.


POCO A POCO. Los depredadores de siempre hacen desaparecer los durmientes de quebracho y los rieles.


El nombre.- Rapelli era el apellido de un ingeniero que se desempeñó como administrador del Ferrocarril Central Norte y luego como director general de ferrocarriles. Después fue designado Jefe General de Tráfico (1910-1915) al comenzar a funcionar la Administración General de Ferrocarriles del Estado. También fue administrador de la AGFE entre 1915 y 1917, cuando se jubiló. Sucedió al ingeniero Miguel Iturbe (1910-1915) y fue reemplazado ´por el ingeniero Carlos Ramallo, como interino, entre 1917 y 1918.

Decisión.- El ingeniero Luis Rapelli murió el 30 de mayo de 1930. Pero en 1908, por disposición del entonces presidente José Figueroa Alcorta, decidió que se construyera el primer tren presidencial en los talleres que funcionaban en terrenos adyacentes a la estación del ex-Ferrocarril Central Córdoba, en Tucumán.


LA PARADA. El andén, la galería y la boletería siguen vigentes. El último tren pasó por ahí en octubre de 1992.


Tren presidencial.- En 1907 se inauguraron los talleres de Tafí Viejo y , en 1910, fueron trasladados los existentes en San Miguel de Tucumán. Entre los elementos transferidos figuraban dos bastidores del tren presidencial y algunas plantillas correspondientes a sus bogies. El tren se terminó de construir en Tafí Viejo, demoró tres años y se inauguró el 9 de julio de 1912. Fue la mejor formación estudiada y construida. Una verdadera obra de arte.

Confesión.- Los vecinos de Rapelí confiesan sentirse más tucumanos que santiagueños. La localidad se encuentra a pocos kilómetros de Garmendia, a donde recurren y reciben atención por cuestiones de salud.

Represa.- Sobre el sector sur del pueblo hay una laguna con agua de lluvia. El pueblo cuenta con tres pozos de agua potable pero son insuficientes.

http://www.lagaceta.com.ar/nota/551300/sociedad/unica-estacion-santiaguena-c8.html