Martes 25 de Mayo de 2010.
TAFI VIEJO | 100 AÑOS DE LUCES Y SOMBRAS
Empleados y vecinos buscan y jerarquizan elementos que fueron utilizados a los largo de los 100 años de existencia del establecimiento. Entre las piezas del museo se destaca un silbato de bronce de 300 kilos, maquinaria y asientos de los coches de pasajeros.
El silbato sonó ronco y profundo como el de un barco que anuncia su partida. Envuelta en las galas del primer centenario de la Revolución de Mayo, Tucumán inauguraba con gran pompa los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo. Hace 100 años, exactamente, el entonces gobernador Próspero Mena presidía la apertura de uno de los talleres ferroviarios más grandes de Latinoamérica. Hoy, en el interior de esa estructura -que parece un esqueleto oscuro y semi vacío- crece un museo que guarda la memoria de aquellos años de pujanza. Allí, los vecinos, los empleados que todavía quedan y viejos ferroviarios rendirán homenaje al pasado y le recordarán al Gobierno su promesa de reabrir los talleres.
Hace cuatro años, un grupo de vecinos emprendió la tarea de rescatar los elementos valiosos que quedaban en el lugar. "Cuando los vecinos se enteraron de que estábamos recuperando los objetos para construir un museo comenzaron a hacernos llegar los recuerdos que ellos atesoraron", cuenta Teodoro Karamaneff, integrante de la Asociación Amigos del Museo y los Talleres Ferroviarios, que preside Ramón Antonio Martínez.
Entre los hallazgos más importantes se encuentra un silbato de bronce de 300 kilos construido por la firma inglesa Glasgow, la misma que fabricó las calderas del famoso Titanic. "Encontramos las piezas en una caja, lo armamos y lo probamos. Suena como el pito de un barco, y se lo escucha a 12 kilómetros a la redonda", aseguran. "Cuando yo era chica y nos quedábamos estudiando por las noches, el silbato que se escuchaba clarito desde mi casa, nos anunciaba que ya eran las 5 de la mañana", recuerda María Angeles Massa, empleada y miembro de la comisión del Museo.
Miguel Angel Herrera, que trabajó 51 años en los talleres (el lunes será su último día), se detiene ante cada pieza para explicar su origen. "Estas placas de vidrio son negativos que se usaban para sacar fotos cuando todavía no se había inventado el celuloide", dice mostrando una de las 2.000 placas que se recuperaron. "Esta es una réplica de un tren Diesel de pasajeros construido en 1950. Fue el primero que se creó con aire acondicionado", indica asentando su mano en la enorme maqueta con sus pequeños asientos y sus ventanas con cortinas.
En una de las paredes hay exhibidores con las medallas de bronce de los empleados, cada una con su número. Muchas de ellas fueron entregadas por las familias de los obreros cuando se enteraron de la formación del museo. "Cada obrero tenía chapa de bronce con un número identificatorio. Cuando ingresaba, colgaba su chapa y después pasaba el anotador para tomar asistencia", explica Herrera.
En el museo se pueden ver maquinarias, un reloj tarjetero de 1937, la primera computadora Olivetti que llegó a Tucumán, una máscara para los pintores, antiguos asientos de los coches de pasajeros, un mimeógrafo y varias vaporeras, de las que se conservan diez.
Para la guerra
La chimenea de ladrillos, de 1907, todavía muestra los rastros que dejó un rayo que cayó en 1981 y que le destrozó su corona. Hasta los pisos de los talleres tienen historia. "Esta caminería está hecha con placas de hierro de 40 kilos cada una. Eran parte de una estructura de defensa nacional, porque servían como reserva para fabricar armas si se desataba una guerra, ya que no había lugar dónde guardarlas", revela Herrera.
En los centenarios talleres de Tafí Viejo todo parece haber estado pensado para trascender en la historia y para quedar en la memoria del pueblo.
Hoy, a las 16, se oficiará una misa en acción de gracias.
A las 17, se realizará el acto central. Se inaugurará la Calle de la Memoria y se descubrirá una placa recordatoria.
A las 22, recital folclórico y fuegos artificiales.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380221/informacion-general/pasado-talleres-fue-rescatado-olvido.html
"Voy a seguir luchando por la reapertura"
Miguel Angel Herrera se jubila el lunes.
Todavía recuerda cuando entró con timidez a los Talleres de Tafí Viejo y se encontró con una vorágine de hombres que iban y venían sin mirarlo. Miguel Angel Herrera tenía apenas 15 años cuando ingresó como aprendiz en la sección de Bielas y Cajas, gracias a un convenio entre la institución y la Escuela Técnica de Tafí Viejo, donde él estudiaba. Desde entonces fue pasando por diferentes talleres hasta conocerlos a todos como la palma de su mano. Y los talleres cerraron sacó a relucir su alma ferroviaria con una carpa de protesta que estuvo dos años instalada en el predio para exigir su reapertura.
Herrera trabajó durante 51 años en los talleres y ahora, con 66 años de edad, se prepara para despedirse. El lunes será su último día como empleado. Pero él no quiere irse. "Mientras yo tenga salud voy a seguir luchando para la reapertura de los talleres", dijo Herrera, quien junto a otros vecinos forma parte de la comisión de Amigos del Museo.
"Cuando llegué aquí éramos 4.000 obreros, pero ahora quedamos apenas 58, después de la reapertura de Néstor Kirchner, en 2003", destacó con un dejo de tristeza el empleado de Ferrocarril Belgrano SA. "No voy a descansar hasta que el taller vuelva a renacer", prometió.
$ 1,1 millón invirtió el país en maquinarias para abrir los Talleres Ferroviarios.
$ 5,5 millones costó construir los edificios del predio.
8 metros de diámetro tiene la chimenea de ladrillos, de 52 metros de alto.
5.663 personas trabajaban en los talleres en 1950.
24 vagones de carga, 11 coches de pasajeros y 2 locomotoras a vapor se fabricaban por mes.
5 toneladas de repuestos se generaban en los talleres.
1981 fue el año en que un rayo destruyó la corona de hierro fundido de la chimenea.
17 son los obreros que desaparecieron durante el Proceso Militar.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380222/informacion-general/voy-seguir-luchando-reapertura.html
En 1980 comenzó el proceso que culminó con el cierre
Los talleres ferroviarios de Tafí Viejo fueron cerrados en julio de 1980, durante el Proceso Militar, y reabiertos en 1984, bajo el gobierno de Raúl Alfonsín. En agosto 1994, el entonces gobernador Ramón Ortega se hizo de cargo de los ferrocarriles y trató de darles un nuevo impulso. Pero cuando asumió Domingo Bussi fueron cerrados en junio de 1996. Quedaron más de 300 obreros en la calle. Como una forma de paliar sus necesidades, en diciembre de ese año se formó una cooperativa para continuar realizando trabajos. En los años siguientes se produjo el desmantelamiento del predio.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380223/1980-comenzo-proceso-culmino-cierre.html?=mlt
El ampuloso anuncio de Kirchner quedó en la nada
Toda la comunidad de Tafí Viejo aplaudió al entonces presidente Néstor Kirchner cuando el 30 de setiembre de 2003 anunció la reapertura de los talleres ferroviarios, desde ese mismo predio. Tres años más tarde se invirtieron $ 13 millones para la compra de insumos. "Sin embargo, si el país no se reactiva el tren como transporte alternativo, los talleres no podrán volver a ser lo que eran", reflexiona Miguel Angel Herrera. Actualmente, los empleados se limitan a reparar los vagones de carga para el ferrocarril Belgrano.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380224/informacion-general/ampuloso-anuncio-kirchner-quedo-nada.html
TAFI VIEJO | 100 AÑOS DE LUCES Y SOMBRAS
Empleados y vecinos buscan y jerarquizan elementos que fueron utilizados a los largo de los 100 años de existencia del establecimiento. Entre las piezas del museo se destaca un silbato de bronce de 300 kilos, maquinaria y asientos de los coches de pasajeros.
REPLICA. Entre los elementos recuperados se destaca la maqueta del primer tren con aire acondicionado. LA GACETA / ANTONIO FERRONI. |
El silbato sonó ronco y profundo como el de un barco que anuncia su partida. Envuelta en las galas del primer centenario de la Revolución de Mayo, Tucumán inauguraba con gran pompa los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo. Hace 100 años, exactamente, el entonces gobernador Próspero Mena presidía la apertura de uno de los talleres ferroviarios más grandes de Latinoamérica. Hoy, en el interior de esa estructura -que parece un esqueleto oscuro y semi vacío- crece un museo que guarda la memoria de aquellos años de pujanza. Allí, los vecinos, los empleados que todavía quedan y viejos ferroviarios rendirán homenaje al pasado y le recordarán al Gobierno su promesa de reabrir los talleres.
Hace cuatro años, un grupo de vecinos emprendió la tarea de rescatar los elementos valiosos que quedaban en el lugar. "Cuando los vecinos se enteraron de que estábamos recuperando los objetos para construir un museo comenzaron a hacernos llegar los recuerdos que ellos atesoraron", cuenta Teodoro Karamaneff, integrante de la Asociación Amigos del Museo y los Talleres Ferroviarios, que preside Ramón Antonio Martínez.
Entre los hallazgos más importantes se encuentra un silbato de bronce de 300 kilos construido por la firma inglesa Glasgow, la misma que fabricó las calderas del famoso Titanic. "Encontramos las piezas en una caja, lo armamos y lo probamos. Suena como el pito de un barco, y se lo escucha a 12 kilómetros a la redonda", aseguran. "Cuando yo era chica y nos quedábamos estudiando por las noches, el silbato que se escuchaba clarito desde mi casa, nos anunciaba que ya eran las 5 de la mañana", recuerda María Angeles Massa, empleada y miembro de la comisión del Museo.
Miguel Angel Herrera, que trabajó 51 años en los talleres (el lunes será su último día), se detiene ante cada pieza para explicar su origen. "Estas placas de vidrio son negativos que se usaban para sacar fotos cuando todavía no se había inventado el celuloide", dice mostrando una de las 2.000 placas que se recuperaron. "Esta es una réplica de un tren Diesel de pasajeros construido en 1950. Fue el primero que se creó con aire acondicionado", indica asentando su mano en la enorme maqueta con sus pequeños asientos y sus ventanas con cortinas.
HISTORICO. Herrera posa junto a las rejas de bronce de una boletería. LA GACETA / ANTONIO FERRONI. |
En una de las paredes hay exhibidores con las medallas de bronce de los empleados, cada una con su número. Muchas de ellas fueron entregadas por las familias de los obreros cuando se enteraron de la formación del museo. "Cada obrero tenía chapa de bronce con un número identificatorio. Cuando ingresaba, colgaba su chapa y después pasaba el anotador para tomar asistencia", explica Herrera.
En el museo se pueden ver maquinarias, un reloj tarjetero de 1937, la primera computadora Olivetti que llegó a Tucumán, una máscara para los pintores, antiguos asientos de los coches de pasajeros, un mimeógrafo y varias vaporeras, de las que se conservan diez.
Para la guerra
La chimenea de ladrillos, de 1907, todavía muestra los rastros que dejó un rayo que cayó en 1981 y que le destrozó su corona. Hasta los pisos de los talleres tienen historia. "Esta caminería está hecha con placas de hierro de 40 kilos cada una. Eran parte de una estructura de defensa nacional, porque servían como reserva para fabricar armas si se desataba una guerra, ya que no había lugar dónde guardarlas", revela Herrera.
En los centenarios talleres de Tafí Viejo todo parece haber estado pensado para trascender en la historia y para quedar en la memoria del pueblo.
Hoy, a las 16, se oficiará una misa en acción de gracias.
A las 17, se realizará el acto central. Se inaugurará la Calle de la Memoria y se descubrirá una placa recordatoria.
A las 22, recital folclórico y fuegos artificiales.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380221/informacion-general/pasado-talleres-fue-rescatado-olvido.html
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"Voy a seguir luchando por la reapertura"
Miguel Angel Herrera se jubila el lunes.
Todavía recuerda cuando entró con timidez a los Talleres de Tafí Viejo y se encontró con una vorágine de hombres que iban y venían sin mirarlo. Miguel Angel Herrera tenía apenas 15 años cuando ingresó como aprendiz en la sección de Bielas y Cajas, gracias a un convenio entre la institución y la Escuela Técnica de Tafí Viejo, donde él estudiaba. Desde entonces fue pasando por diferentes talleres hasta conocerlos a todos como la palma de su mano. Y los talleres cerraron sacó a relucir su alma ferroviaria con una carpa de protesta que estuvo dos años instalada en el predio para exigir su reapertura.
Herrera trabajó durante 51 años en los talleres y ahora, con 66 años de edad, se prepara para despedirse. El lunes será su último día como empleado. Pero él no quiere irse. "Mientras yo tenga salud voy a seguir luchando para la reapertura de los talleres", dijo Herrera, quien junto a otros vecinos forma parte de la comisión de Amigos del Museo.
"Cuando llegué aquí éramos 4.000 obreros, pero ahora quedamos apenas 58, después de la reapertura de Néstor Kirchner, en 2003", destacó con un dejo de tristeza el empleado de Ferrocarril Belgrano SA. "No voy a descansar hasta que el taller vuelva a renacer", prometió.
$ 1,1 millón invirtió el país en maquinarias para abrir los Talleres Ferroviarios.
$ 5,5 millones costó construir los edificios del predio.
8 metros de diámetro tiene la chimenea de ladrillos, de 52 metros de alto.
5.663 personas trabajaban en los talleres en 1950.
24 vagones de carga, 11 coches de pasajeros y 2 locomotoras a vapor se fabricaban por mes.
5 toneladas de repuestos se generaban en los talleres.
1981 fue el año en que un rayo destruyó la corona de hierro fundido de la chimenea.
17 son los obreros que desaparecieron durante el Proceso Militar.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380222/informacion-general/voy-seguir-luchando-reapertura.html
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En 1980 comenzó el proceso que culminó con el cierre
Los talleres ferroviarios de Tafí Viejo fueron cerrados en julio de 1980, durante el Proceso Militar, y reabiertos en 1984, bajo el gobierno de Raúl Alfonsín. En agosto 1994, el entonces gobernador Ramón Ortega se hizo de cargo de los ferrocarriles y trató de darles un nuevo impulso. Pero cuando asumió Domingo Bussi fueron cerrados en junio de 1996. Quedaron más de 300 obreros en la calle. Como una forma de paliar sus necesidades, en diciembre de ese año se formó una cooperativa para continuar realizando trabajos. En los años siguientes se produjo el desmantelamiento del predio.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380223/1980-comenzo-proceso-culmino-cierre.html?=mlt
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El ampuloso anuncio de Kirchner quedó en la nada
Toda la comunidad de Tafí Viejo aplaudió al entonces presidente Néstor Kirchner cuando el 30 de setiembre de 2003 anunció la reapertura de los talleres ferroviarios, desde ese mismo predio. Tres años más tarde se invirtieron $ 13 millones para la compra de insumos. "Sin embargo, si el país no se reactiva el tren como transporte alternativo, los talleres no podrán volver a ser lo que eran", reflexiona Miguel Angel Herrera. Actualmente, los empleados se limitan a reparar los vagones de carga para el ferrocarril Belgrano.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380224/informacion-general/ampuloso-anuncio-kirchner-quedo-nada.html
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