Viernes 12 de Abril de 2013.
Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar
El ferrocarril movía la economía de la ciudad de Famaillá. Un testigo de aquella época narra sus anécdotas. Hoy la estación aguarda en silencio el nuevo destino que le darán.
Las historias orales cuentan que cuando el tren -y después el coche motor- paraba en la estación los changos, con sus canastas, ofrecían a los pasajeros el sublime manjar del lugar: la empanada. El mismo que caracteriza a uno de los tres eslóganes de esta ciudad cabecera y homónima del departamento Famaillá. Ese sabor, aroma y textura, que se desparramó no sólo por la provincia sino por el país y otras latitudes mundiales, convirtió a Famaillá en la Capital de la Empanada. Aunque desde hace dos años la ciudad cuenta con otros motivos para destacarse: también es Capital de los Mellizos y Capital de las Réplicas de Monumentos Históricos.
"La ciudad, que en febrero cumplió 56 años, creció con los tendidos ferroviarios. Hasta 1889 el tren pasaba únicamente por lo que hoy es la ruta 157 -San Miguel de Tucumán, Simoca, La Madrid, Taco Ralo-. Pero la estación se inauguró cuando el Ferrocarril Noroeste Argentino habilitó la línea del sur, más conocida popularmente como El Provincial, el 28 de septiembre de 1889", describió Roberto Rojas, ex funcionario del área cultural famaillense.
Al oeste de la ciudad
La estación con la estafeta o depósito de encomiendas -foto de abajo-, se localiza en el sector oeste de la ciudad. Cercaron su perímetro para que la Fundación Fuerte instale un centro de capacitación para personas especiales. Es un rectángulo de 300 metros de largo por 75 de ancho. El predio, cuya playa de maniobras fue ocupada en gran parte por un asentamiento precario, limita al este con la calle Caseros -frente de la estación- y al oeste con Saavedra -tierras de Fronterita-. Al sur, con las arterias Bartolomé Mitre y Diego de Rojas, y al norte, con Juan B. Alberdi y Malvinas Argentinas.
Sobrevivientes
José Ysaac Figueroa fue auxiliar ferroviario. A los 86 años es el único sobreviviente de un grupo de 22 empleados que se desempeñaban en la estación famaillense en 1947. "Cuando ingresé al ferrocarril se trabajaba mucho aquí. Pasaban trenes de pasajeros que eran impulsados con máquinas a vapor como las 1.000 y las 700. Después vinieron los coches motores húngaros. Además salían dos o tres cargueros con verduras (tomate, zapallo, pimiento) y caña para los ingenios Fronterita, San Pablo, Ñuñorco y Baviera. También se descargaban y cargaban 10 o 12 jaulas con hacienda, y los vagones que traían mercaderías", detalló don José, que nació en Río Colorado y hoy reside en las inmediaciones de la parada. José "Pepe" Ascencio (68 años) solía lustrar en la estación. "También repartía LA GACETA y revistas. Pero con los mellizos José y Enrique Orellana lustrábamos zapatos y vendíamos empanadas. En realidad mucha gente se rebuscaba en la estación con tamales, alfajores, golosinas, gaseosas (Bidú Cola, Crush y naranjadas, pomelos y soda de elaboración local)", recordó.
Pero desde hace décadas no se observa gente en el andén. El silencio acalló risas, sollozos y murmullos. La vía principal se confunde con el pasto. Las auxiliares se esfumaron. Y el sonido del tren es una quimera.
DESDE EL ANDÉN
- Discapacitados.- El edificio de viajeros, sala de espera, boleterías y depósito fue cedido al último jefe de la estación, Rubén Reyes Ruiz. Al fallecer Ruiz, una de sus hijas continuó en las instalaciones. Ella cedió el lugar a la Fundación Fuerte, que hará funcionar una escuela de capacitación para personas con capacidades especiales.
- "Madre luz".- Famaillá, en lengua cacana, significa "pueblo de la madre luz" o "lugar de descanso. Se creó como departamento el 7 de mayo de 1869. En 1902 se constituyó en proto comuna y se hizo comuna en 1914, al inaugurarse la actual sede municipal. El 10 de febrero de 1956 se creó como ciudad y municipalidad.
- Quiosco y tanque.- Entre 1958 y 1960 comenzaron a erradicar a los vendedores. Por entonces, "el tucumano" Heredia fue autorizado a instalar un quiosco frente al tanque de agua de la estación. Ambas construcciones siguen en pie. Debajo del tanque -edificado en 1928- reside el ex boxeador Néstor Fabián Sánchez.
- Los trenes.- Hasta 1978 el coche motor descendía y ascendía pasajeros en esta parada. Se reactivó en 1984 y no pasó más desde 1986. Trenes de cargas circularon hasta 1993.
- Ropa de trabajo.- "El ferrocarril nos proporcionaba la ropa de trabajo y el calzado. Aún tengo la campera de lluvia, un pantalón y unos botines", contó don Figueroa, padre de seis varones y tres mujeres.
- El diario.- "A las 5.20 de la mañana llegaba LA GACETA y el pan. Yo subía al tren y vendía hasta Arcadia, ida y vuelta", describió Ascensio.
- Creación.- El 30 de octubre de 1926 se creó el ramal CC 13 que une Famaillá con Río Colorado. El acceso a Fronterita era de 1890.
- Dos caras.- Durante la zafra traían personal de conducción de Córdoba o Buenos Aires. Residían en una hilera de 10 a 12 vagones estacionados en la playa de maniobras que hoy está ocupada. Las vías auxiliares se taparon con casas precarias y un circo.
http://auttos.lagaceta.com/nota/540463/sociedad/con-mellizos-lustrabamos-zapatos-vendiamos-empanadas.html
Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar
El ferrocarril movía la economía de la ciudad de Famaillá. Un testigo de aquella época narra sus anécdotas. Hoy la estación aguarda en silencio el nuevo destino que le darán.
PROTEGIDA. En la ahora cercada y enlonada estación no sólo se vendían sino que también se gestó la fama de las empanadas famaillenses. |
"La ciudad, que en febrero cumplió 56 años, creció con los tendidos ferroviarios. Hasta 1889 el tren pasaba únicamente por lo que hoy es la ruta 157 -San Miguel de Tucumán, Simoca, La Madrid, Taco Ralo-. Pero la estación se inauguró cuando el Ferrocarril Noroeste Argentino habilitó la línea del sur, más conocida popularmente como El Provincial, el 28 de septiembre de 1889", describió Roberto Rojas, ex funcionario del área cultural famaillense.
Al oeste de la ciudad
La estación con la estafeta o depósito de encomiendas -foto de abajo-, se localiza en el sector oeste de la ciudad. Cercaron su perímetro para que la Fundación Fuerte instale un centro de capacitación para personas especiales. Es un rectángulo de 300 metros de largo por 75 de ancho. El predio, cuya playa de maniobras fue ocupada en gran parte por un asentamiento precario, limita al este con la calle Caseros -frente de la estación- y al oeste con Saavedra -tierras de Fronterita-. Al sur, con las arterias Bartolomé Mitre y Diego de Rojas, y al norte, con Juan B. Alberdi y Malvinas Argentinas.
Sobrevivientes
José Ysaac Figueroa fue auxiliar ferroviario. A los 86 años es el único sobreviviente de un grupo de 22 empleados que se desempeñaban en la estación famaillense en 1947. "Cuando ingresé al ferrocarril se trabajaba mucho aquí. Pasaban trenes de pasajeros que eran impulsados con máquinas a vapor como las 1.000 y las 700. Después vinieron los coches motores húngaros. Además salían dos o tres cargueros con verduras (tomate, zapallo, pimiento) y caña para los ingenios Fronterita, San Pablo, Ñuñorco y Baviera. También se descargaban y cargaban 10 o 12 jaulas con hacienda, y los vagones que traían mercaderías", detalló don José, que nació en Río Colorado y hoy reside en las inmediaciones de la parada. José "Pepe" Ascencio (68 años) solía lustrar en la estación. "También repartía LA GACETA y revistas. Pero con los mellizos José y Enrique Orellana lustrábamos zapatos y vendíamos empanadas. En realidad mucha gente se rebuscaba en la estación con tamales, alfajores, golosinas, gaseosas (Bidú Cola, Crush y naranjadas, pomelos y soda de elaboración local)", recordó.
EN USO. Hasta la privatización del ferrocarril la estación de Famaillá funcionó. Pero a partir de 1993 depredaron, donaron y ocuparon las instalaciones. Así era en 1983. |
DESDE EL ANDÉN
- Discapacitados.- El edificio de viajeros, sala de espera, boleterías y depósito fue cedido al último jefe de la estación, Rubén Reyes Ruiz. Al fallecer Ruiz, una de sus hijas continuó en las instalaciones. Ella cedió el lugar a la Fundación Fuerte, que hará funcionar una escuela de capacitación para personas con capacidades especiales.
TESTIGO. José Figueroa en familia. |
- Quiosco y tanque.- Entre 1958 y 1960 comenzaron a erradicar a los vendedores. Por entonces, "el tucumano" Heredia fue autorizado a instalar un quiosco frente al tanque de agua de la estación. Ambas construcciones siguen en pie. Debajo del tanque -edificado en 1928- reside el ex boxeador Néstor Fabián Sánchez.
- Los trenes.- Hasta 1978 el coche motor descendía y ascendía pasajeros en esta parada. Se reactivó en 1984 y no pasó más desde 1986. Trenes de cargas circularon hasta 1993.
- Ropa de trabajo.- "El ferrocarril nos proporcionaba la ropa de trabajo y el calzado. Aún tengo la campera de lluvia, un pantalón y unos botines", contó don Figueroa, padre de seis varones y tres mujeres.
- El diario.- "A las 5.20 de la mañana llegaba LA GACETA y el pan. Yo subía al tren y vendía hasta Arcadia, ida y vuelta", describió Ascensio.
- Creación.- El 30 de octubre de 1926 se creó el ramal CC 13 que une Famaillá con Río Colorado. El acceso a Fronterita era de 1890.
- Dos caras.- Durante la zafra traían personal de conducción de Córdoba o Buenos Aires. Residían en una hilera de 10 a 12 vagones estacionados en la playa de maniobras que hoy está ocupada. Las vías auxiliares se taparon con casas precarias y un circo.
http://auttos.lagaceta.com/nota/540463/sociedad/con-mellizos-lustrabamos-zapatos-vendiamos-empanadas.html
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