Viernes 04 de Octubre de 2013.
Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar
Los talleres inaugurados a mediados de 1910 recién funcionaron a pleno a partir de 1912. Pero en 1906 ya estaban trabajando en reparaciones. En 1907 se habilitó la emblemática chimenea. En la casa de Faustino Velloso se organizaban eventos para recolectar fondos para la compra de los terrenos.
El 12 de marzo de 1902, cuando comenzaron a construirse los talleres ferroviarios de Tafí Viejo, el general Julio Argentino Roca presidía el país. Pero, a mediados de 1910 al concluirse la fábrica ferroviaria, el doctor José Figueroa Alcorta finalizaba su gobierno al frente del PE nacional y se iniciaba el período presidencial del doctor Roque Sáenz Peña. Ese mismo año, los talleres taficeños -ubicados a 12 kilómetros de San Miguel de Tucumán- iniciaban el traslado de los talleres y las maquinarias que el Ferrocarril Central Norte poseía donde hoy se encuentra la estación Central Córdoba. "La tarea se realizó en forma paulatina. Entre los útiles que se trasladaron figuraban un bastidor y las plantillas de los que serían los futuros coches del tren presidencial", describió el periodista y ferroviario Ariel Espinoza.
"En los albores de 1906 -añadió-, los talleres construidos por la compañía ítalo germana de Luis Stremiz, ya habían comenzado a funcionar. En 1907 se inauguró la emblemática chimenea con la sigla FCCN (Ferrocarril Central Norte). También la empresa Dulor & Fischer aceleró la construcción de un pueblo obrero, destinado a los trabajadores que intervinieron en las obras de edificación e instalación de la fábrica y para sus familias. Las casas de bloques de cemento tipo comunitarias estaban intercomunicadas por patios intermedios y un largo corredor. Tenían todo el confort necesario con pisos de madera, baños, cocina, entre otros servicios. Al este del municipio taficeño todavía siguen en pie las viviendas del histórico barrio llamado "La Villa Obrera".
Fundamentos
"Muchas fueron las razones para que el gobierno nacional eligiera a Tafí Viejo para la instalación de los nuevos talleres generales ferroviarios de trocha métrica. Una de ellas fue la proximidad de esta villa a la capital tucumana y otra, el clima benigno que facilitó su inauguración. Faustino Velloso, en su libro Sintetizando recuerdos no consigna que la Dirección Nacional de los Ferrocarriles del Estado exigía que los terrenos fueran donados para que los talleres se localizaran en Tafí Viejo, ya que existía la posibilidad de que los mismos se instalaran en Muñecas, un lugar más cercano a la capital tucumana.
Velloso remarca: "junto con Lucas Zabaleta y Paulino Rodríguez Marquina, sin pensar ni medir las consecuencias que para nuestros peculios tendría la 'patriada', nos dedicamos con todo empeño a buscar los terrenos, que sin mapas fueron entregados en donación a a la empresa".
Fiestas y apoyo
Incluso, para alcanzar ese objetivo, Velloso facilitó su casa de veraneo, en la Villa Mitre de Tafí Viejo. En ella un grupo de damas, encabezadas por Tránsito Colombres de Velloso, esposa de don Faustino, se encargó de organizar fiestas benéficas, con el solo fin de reunir los fondos para la compra de los terrenos.
"Esas fiestas alcanzaron lucidos contornos y tuvieron la suerte de hacer época en los comienzos del siglo XX. Además contaron con la colaboración del administrador del ferrocarril, el ingeniero Luis Rapelli, quien puso a disposición de las organizadoras trenes especiales para facilitar la mayor concurrencia de invitados", consigna un documento de nuestros archivos.
En 1904, hacia el final del período presidencial de Roca, las obras que se habían ejecutado en los talleres incluían la limpieza de 17 hectáreas, el movimiento de tierra de 103.913 metros para cuadrados, la albañilería para cimientos, la elevación de 3.3921 metros cuadrados y un replanteo del terrenos y de los edificios de la fábrica ferroviaria.
"Los talleres se inauguraron a mediados de 1910. Al acto de apertura asistieron entre otras autoridades, el titular de la cartera de Obras Públicas de la Nación; el gobernador de la provincia, doctor Próspero Mena, y el general alemán Von Der Colts, quien había sido invitado por el gobierno argentino para la conmemoración del primer centenario del 25 de Mayo de 1810. Aún más, la apertura de los talleres taficeños coincidió con la habilitación de la línea Tucumán-La Quiaca (Jujuy), que fue ejecutada por la misma empresa que levantó la fábrica ferroviaria", describe la guía de 1961, de la ciudad taficeña.
No obstante ello la radicación definitiva de la fábrica se extendió hasta 1912.
De acuerdo a los planos que datan de la época de apertura, los talleres estaban conformados por las secciones: Locomotoras (de 8.400 m2, constituida por el grupo de montaje y tornerías); Fundición y Herrería (de 8.40 m2), Coches (de 12.900 m2, integrada por aserradero, carpintería mecánica y taller de coches); Usina Eléctrica (de 1.200 m2., equipada con 6 grupos electrógenos, con máquinas; a vapor -construcción vertical- y a pistones -de 300 H.P. cada uno-) y Varias ( de 2.000 m2.)
Los obreros sólo cobraron por hora hasta 1920
Cuentan los memoriosos y algunos descendientes de ferroviarios taficeños que trabajaron en los albores de los talleres, que "el personal obrero tenía estipulado sueldo por hora, sin tarea, salvo excepciones, en las cuales se abonaba por tanto".
La modalidad perduró hasta 1920. Ese año se produjo una reorganización integral de los servicios de la fábrica ferroviaria. Para dicha tarea designaron al ingeniero Aníbal Pasquín, quien después de diversos estudios y proyectos implementó una organización propia interna. Esta consistía en la adopción del sistema Halsey de trabajo (se lo conoce con el nombre de jornal con primas y tiene como finalidad obtener del trabajador mayor rendimiento en tiempo), la creación de un sistema de remuneración estimulante para el personal dirigente y la sistematización sobre la ejecución de los trabajos y el empleo metódico de los elementos materiales (es decir que se organizó el trabajo de especialización por cuadrillas para un sistema de trabajo a cadena).
El nuevo sistema de trabajo provocó cambios inmediatos. Primordialmente en la producción.
Calderería y Ajustes
Francisco Roldán, en su libro Tafí Viejo y su Taller , destaca que entre 1910 y 1934, el conjunto de las instalaciones no sufrió transformaciones de mayor importancia. "Sólo cabe consignarse como agregados dignos de mención, la construcción del taller de calderería, en 1917, y el de Ajustes, en 1920. Ambas instalaciones abarcaron una superficie de 3.600 m2. También se montaron tinglados para la reparación de vagones y tenders, que comprendía una área de 5.700 m2".
Aunque para la época en que se erigieron, los talleres fueron considerados de gran magnitud e importancia, con el transcurso del tiempo fueron quedando chicos a raíz de los adelantos de la técnica mecánica y el crecimiento de los servicios y tendidos ferroviarios. Esto motivó la realización de otras obras, la ampliación de servicios y también una modernización de las instalaciones.
Otra ampliación
Entre 1929 y 1930 se iniciaron los estudios para concretar un plan de obras que levantara la capacidad básica del taller, a una producción de 30 locomotoras, 30 coches y 200 vagones mensuales de recuperación general.
Pero la tendencia se paralizó a fines del 30 y se reiniciaron los proyectos en 1933 hasta que lograron redondear un plan de ampliación, reconstrucción y construcción demasiado ambicioso. Además se adquirieron nuevas maquinarias de trabajo y se trasladaron las existentes a otras dependencias. También se le agregaron desagües.
Otros depósitos del F.C.C.N.
Hasta que se concluyó la fábrica taficeña, el Central Norte tenía talleres en el Central Córdoba y en San Cristóbal (Santa Fe). Además había depósitos de locomotoras y pequeños talleres de reparación ubicados en Metán y General Güemes, en Añatuya (Santiago del Estero) y en Tostado (ciudad cabecera del departamento 9 de Julio), en la provincia de Santa Fe y a 480 km de Rosario.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/562592/sociedad/tafi-viejo-leyenda-continua.html
Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar
Los talleres inaugurados a mediados de 1910 recién funcionaron a pleno a partir de 1912. Pero en 1906 ya estaban trabajando en reparaciones. En 1907 se habilitó la emblemática chimenea. En la casa de Faustino Velloso se organizaban eventos para recolectar fondos para la compra de los terrenos.
AL PRINCIPIO. Corría 1906 cuando la fábrica ferroviaria ya trabajaba. LA GACETA / FOTOS DE ARCHIVO Y GENTILEZA DE CRONICAS FERROVIARIAS. |
El 12 de marzo de 1902, cuando comenzaron a construirse los talleres ferroviarios de Tafí Viejo, el general Julio Argentino Roca presidía el país. Pero, a mediados de 1910 al concluirse la fábrica ferroviaria, el doctor José Figueroa Alcorta finalizaba su gobierno al frente del PE nacional y se iniciaba el período presidencial del doctor Roque Sáenz Peña. Ese mismo año, los talleres taficeños -ubicados a 12 kilómetros de San Miguel de Tucumán- iniciaban el traslado de los talleres y las maquinarias que el Ferrocarril Central Norte poseía donde hoy se encuentra la estación Central Córdoba. "La tarea se realizó en forma paulatina. Entre los útiles que se trasladaron figuraban un bastidor y las plantillas de los que serían los futuros coches del tren presidencial", describió el periodista y ferroviario Ariel Espinoza.
"En los albores de 1906 -añadió-, los talleres construidos por la compañía ítalo germana de Luis Stremiz, ya habían comenzado a funcionar. En 1907 se inauguró la emblemática chimenea con la sigla FCCN (Ferrocarril Central Norte). También la empresa Dulor & Fischer aceleró la construcción de un pueblo obrero, destinado a los trabajadores que intervinieron en las obras de edificación e instalación de la fábrica y para sus familias. Las casas de bloques de cemento tipo comunitarias estaban intercomunicadas por patios intermedios y un largo corredor. Tenían todo el confort necesario con pisos de madera, baños, cocina, entre otros servicios. Al este del municipio taficeño todavía siguen en pie las viviendas del histórico barrio llamado "La Villa Obrera".
Fundamentos
"Muchas fueron las razones para que el gobierno nacional eligiera a Tafí Viejo para la instalación de los nuevos talleres generales ferroviarios de trocha métrica. Una de ellas fue la proximidad de esta villa a la capital tucumana y otra, el clima benigno que facilitó su inauguración. Faustino Velloso, en su libro Sintetizando recuerdos no consigna que la Dirección Nacional de los Ferrocarriles del Estado exigía que los terrenos fueran donados para que los talleres se localizaran en Tafí Viejo, ya que existía la posibilidad de que los mismos se instalaran en Muñecas, un lugar más cercano a la capital tucumana.
A PLENO. Los empleados de carpintería construyen un coche de pasajeros. |
Velloso remarca: "junto con Lucas Zabaleta y Paulino Rodríguez Marquina, sin pensar ni medir las consecuencias que para nuestros peculios tendría la 'patriada', nos dedicamos con todo empeño a buscar los terrenos, que sin mapas fueron entregados en donación a a la empresa".
Fiestas y apoyo
Incluso, para alcanzar ese objetivo, Velloso facilitó su casa de veraneo, en la Villa Mitre de Tafí Viejo. En ella un grupo de damas, encabezadas por Tránsito Colombres de Velloso, esposa de don Faustino, se encargó de organizar fiestas benéficas, con el solo fin de reunir los fondos para la compra de los terrenos.
"Esas fiestas alcanzaron lucidos contornos y tuvieron la suerte de hacer época en los comienzos del siglo XX. Además contaron con la colaboración del administrador del ferrocarril, el ingeniero Luis Rapelli, quien puso a disposición de las organizadoras trenes especiales para facilitar la mayor concurrencia de invitados", consigna un documento de nuestros archivos.
UNA MOROCHA. Así trabajaban sobre una máquina a vapor en 1953. |
En 1904, hacia el final del período presidencial de Roca, las obras que se habían ejecutado en los talleres incluían la limpieza de 17 hectáreas, el movimiento de tierra de 103.913 metros para cuadrados, la albañilería para cimientos, la elevación de 3.3921 metros cuadrados y un replanteo del terrenos y de los edificios de la fábrica ferroviaria.
"Los talleres se inauguraron a mediados de 1910. Al acto de apertura asistieron entre otras autoridades, el titular de la cartera de Obras Públicas de la Nación; el gobernador de la provincia, doctor Próspero Mena, y el general alemán Von Der Colts, quien había sido invitado por el gobierno argentino para la conmemoración del primer centenario del 25 de Mayo de 1810. Aún más, la apertura de los talleres taficeños coincidió con la habilitación de la línea Tucumán-La Quiaca (Jujuy), que fue ejecutada por la misma empresa que levantó la fábrica ferroviaria", describe la guía de 1961, de la ciudad taficeña.
No obstante ello la radicación definitiva de la fábrica se extendió hasta 1912.
De acuerdo a los planos que datan de la época de apertura, los talleres estaban conformados por las secciones: Locomotoras (de 8.400 m2, constituida por el grupo de montaje y tornerías); Fundición y Herrería (de 8.40 m2), Coches (de 12.900 m2, integrada por aserradero, carpintería mecánica y taller de coches); Usina Eléctrica (de 1.200 m2., equipada con 6 grupos electrógenos, con máquinas; a vapor -construcción vertical- y a pistones -de 300 H.P. cada uno-) y Varias ( de 2.000 m2.)
Los obreros sólo cobraron por hora hasta 1920
Cuentan los memoriosos y algunos descendientes de ferroviarios taficeños que trabajaron en los albores de los talleres, que "el personal obrero tenía estipulado sueldo por hora, sin tarea, salvo excepciones, en las cuales se abonaba por tanto".
DE COLECCION. Los coches de prolija terminación del tren presidencial. |
La modalidad perduró hasta 1920. Ese año se produjo una reorganización integral de los servicios de la fábrica ferroviaria. Para dicha tarea designaron al ingeniero Aníbal Pasquín, quien después de diversos estudios y proyectos implementó una organización propia interna. Esta consistía en la adopción del sistema Halsey de trabajo (se lo conoce con el nombre de jornal con primas y tiene como finalidad obtener del trabajador mayor rendimiento en tiempo), la creación de un sistema de remuneración estimulante para el personal dirigente y la sistematización sobre la ejecución de los trabajos y el empleo metódico de los elementos materiales (es decir que se organizó el trabajo de especialización por cuadrillas para un sistema de trabajo a cadena).
El nuevo sistema de trabajo provocó cambios inmediatos. Primordialmente en la producción.
Calderería y Ajustes
Francisco Roldán, en su libro Tafí Viejo y su Taller , destaca que entre 1910 y 1934, el conjunto de las instalaciones no sufrió transformaciones de mayor importancia. "Sólo cabe consignarse como agregados dignos de mención, la construcción del taller de calderería, en 1917, y el de Ajustes, en 1920. Ambas instalaciones abarcaron una superficie de 3.600 m2. También se montaron tinglados para la reparación de vagones y tenders, que comprendía una área de 5.700 m2".
SIN PAUSAS. Los hornos fundidores de hierro no daban basto en el 97. |
Aunque para la época en que se erigieron, los talleres fueron considerados de gran magnitud e importancia, con el transcurso del tiempo fueron quedando chicos a raíz de los adelantos de la técnica mecánica y el crecimiento de los servicios y tendidos ferroviarios. Esto motivó la realización de otras obras, la ampliación de servicios y también una modernización de las instalaciones.
Otra ampliación
Entre 1929 y 1930 se iniciaron los estudios para concretar un plan de obras que levantara la capacidad básica del taller, a una producción de 30 locomotoras, 30 coches y 200 vagones mensuales de recuperación general.
FUNDICION. Más de 20.000 kg de viruta de bronce se recuperaron, en 15 días, para materia prima en este horno fundidor durante julio de 1971. |
Pero la tendencia se paralizó a fines del 30 y se reiniciaron los proyectos en 1933 hasta que lograron redondear un plan de ampliación, reconstrucción y construcción demasiado ambicioso. Además se adquirieron nuevas maquinarias de trabajo y se trasladaron las existentes a otras dependencias. También se le agregaron desagües.
Otros depósitos del F.C.C.N.
Hasta que se concluyó la fábrica taficeña, el Central Norte tenía talleres en el Central Córdoba y en San Cristóbal (Santa Fe). Además había depósitos de locomotoras y pequeños talleres de reparación ubicados en Metán y General Güemes, en Añatuya (Santiago del Estero) y en Tostado (ciudad cabecera del departamento 9 de Julio), en la provincia de Santa Fe y a 480 km de Rosario.
LA CHIMENEA. Aún se construían los talleres cuando funcionó en 1907. |
http://www.lagaceta.com.ar/nota/562592/sociedad/tafi-viejo-leyenda-continua.html
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