viernes, 9 de febrero de 2018

Sueño sobre rieles

9/02/18.

Por: José Correa.

En un par de años se cumplirán tres décadas que San Juan se quedó sin tren. Cuántos recuerdos para aquellos que lo vieron transitar por los rieles en territorio nuestro. La provincia tenía dos ferrocarriles: el Belgrano, de trocha angosta, que salía desde la ciudad Capital hasta Córdoba, pasando por varios pueblos como Pie de Palo, Cruz del Eje (Córdoba), entre tantos más. Mientras, el San Martín, corría sobre trocha ancha. Salía de donde hoy está el predio del Teatro del Bicentenario, con destino a la Estación "Retiro", en Capital Federal.



Había mucha vida en las estaciones y sus alrededores. Camiones de carga, fleteros en carretelas y camionetas, changarines y vendedores de productos caseros, como tabletas rellenas de mermeladas; panaderos, semiteros y tantos otros.

El "Belgrano" no sólo era de larga distancia y de pasajeros. También tenía su versión "local". Solía llegar hasta Bermejo, pasando por Vallecito y Pie de Palo. Tenía una parada cerquita del cementerio caucetero. Allí el perfume a jarilla y otras hierbas del campo hacían de la espera una invitación a la tranquilidad y paz que brindaba esa brisa del Sur. Esa parada estaba muy bien construida con caños de hierro, asientos en madera de quebracho que también era utilizado en los "durmientes" colocados debajo de los rieles. En los primeros años de la década de 1970, el tren tenía su salida a Córdoba, por lo general era a eso de las 21 o 22. La demora era demasiada. Paraba en cada estación por donde pasaba. Una máquina de vapor color negra y también ennegrecida por el hollín, tiraba del convoy hasta Pie de Palo. Allí la desprendían para que otra máquina, diesel, se enganchara a esos 6 o 7 "coches" que llevaría hasta el centro de la "docta". Este ferrocarril era también de cargas. Sus vagones llevaban todo tipo de mercaderías como vino, uva y frutas de distinto tipo.

El ferrocarril San Martín tuvo durante muchos años su salida desde San Juan a las 13. Era el "Sanjuanino". En Mendoza se le sumarían otros "coches" con más pasajeros que tenían como destino Buenos Aires.

En San Juan, ambas estaciones eran de arquitectura parecida. Construidas con un diseño inglés, de techos bien altos y cada oficina prolijamente ubicada. El perfume a caramelos masticables de frutilla solía brindarle un ambiente especial a la espera de la partida.

El añorado tren, pese al tiempo, tiene un aura de romanticismo, tradición, trabajo y el sabor especial que significa un viaje. Se extraña. Sin embargo, la esperanza de que vuelva para viajar desde San Juan está intacta. Sólo falta voluntad...

https://www.diariodecuyo.com.ar/cartasdellector/Sueno-sobre-rieles-20180208-0117.html

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