15/4/2018.
Por: Mario Minervino mminervino@lanueva.com
Inventariado como bien patrimonial del partido de Bahía Blanca, el edificio principal de la que fuera la estación ferroviaria del ferrocarril que unía nuestra ciudad con el puerto de Rosario, ha sobrevivido a la devastación que han sufrido los bienes ferroviarios luego del retiro de las empresas foráneas que hasta mediados del XX se ocuparon de su administración.
Ubicada en calle Estados Unidos y Brown, se trata de la única estación de carácter terminal que se construyó en la ciudad.
Esto significa que el edificio se ubica perpendicular a las parrillas de vías, que en ese lugar terminaban su recorrido de 800 kilómetros.
No es el caso de las estaciones del Ferrocarril del Sud, en avenida Cerri al 800, o del Buenos Aires al Pacífico, en Sixto Laspiur al 400, que eran de paso, con andenes paralelos a las vías dado que los trenes continuaban su recorrido.
Tipología
Las estaciones terminales del ferrocarril conforman una tipología singular en la historia de la arquitectura.
Conjugan en su armado dos propuestas disímiles: la de los arquitectos para el edificio principal, resuelto con líneas inspiradas en lenguajes del pasado, y la parte asignada a la máquina, en manos de los ingenieros, quienes recurrían a un diseño limpio y novedoso, a partir del uso del hierro y el vidrio.
Conforman una convivencia que buscaba prestigiar el edificio que oficiaba de puerta de ingreso a la ciudad.
La estación
La terminal del Rosario-Puerto Belgrano está resuelta con líneas simples, con poca ornamentación.
Cuenta con una atractiva marquesina de hierro, que anticipaba la presencia de la máquina en su interior, y un remate de líneas barrocas, con un frontis curvo que contiene al reloj de un cuadrante.
En una intervención completamente desacertada, al quedar desafectada como terminal de ómnibus (uso que tuvo entre 1979 y 2010), la municipalidad demolió sus principales componentes como conjunto ferroviario: la zona de andenes y el galpón de cargas. De allí la dificultad para interpretar el conjunto en su totalidad.
Queda por rescatar el respeto por la fachada principal, el bien que hace al paisaje urbano del sitio y el testimonio que significa la presencia de la obra, más allá de la necesidad de tener que explicar --por falta de componentes-- sus características originales.
http://www.lanueva.com/nota/2018-4-15-10-33-0-una-terminal-en-la-linea-que-unia-dos-puertos
Por: Mario Minervino mminervino@lanueva.com
Inventariado como bien patrimonial del partido de Bahía Blanca, el edificio principal de la que fuera la estación ferroviaria del ferrocarril que unía nuestra ciudad con el puerto de Rosario, ha sobrevivido a la devastación que han sufrido los bienes ferroviarios luego del retiro de las empresas foráneas que hasta mediados del XX se ocuparon de su administración.
Ubicada en calle Estados Unidos y Brown, se trata de la única estación de carácter terminal que se construyó en la ciudad.
Esto significa que el edificio se ubica perpendicular a las parrillas de vías, que en ese lugar terminaban su recorrido de 800 kilómetros.
No es el caso de las estaciones del Ferrocarril del Sud, en avenida Cerri al 800, o del Buenos Aires al Pacífico, en Sixto Laspiur al 400, que eran de paso, con andenes paralelos a las vías dado que los trenes continuaban su recorrido.
Tipología
Las estaciones terminales del ferrocarril conforman una tipología singular en la historia de la arquitectura.
Conjugan en su armado dos propuestas disímiles: la de los arquitectos para el edificio principal, resuelto con líneas inspiradas en lenguajes del pasado, y la parte asignada a la máquina, en manos de los ingenieros, quienes recurrían a un diseño limpio y novedoso, a partir del uso del hierro y el vidrio.
Conforman una convivencia que buscaba prestigiar el edificio que oficiaba de puerta de ingreso a la ciudad.
La estación
La terminal del Rosario-Puerto Belgrano está resuelta con líneas simples, con poca ornamentación.
Cuenta con una atractiva marquesina de hierro, que anticipaba la presencia de la máquina en su interior, y un remate de líneas barrocas, con un frontis curvo que contiene al reloj de un cuadrante.
En una intervención completamente desacertada, al quedar desafectada como terminal de ómnibus (uso que tuvo entre 1979 y 2010), la municipalidad demolió sus principales componentes como conjunto ferroviario: la zona de andenes y el galpón de cargas. De allí la dificultad para interpretar el conjunto en su totalidad.
Queda por rescatar el respeto por la fachada principal, el bien que hace al paisaje urbano del sitio y el testimonio que significa la presencia de la obra, más allá de la necesidad de tener que explicar --por falta de componentes-- sus características originales.
http://www.lanueva.com/nota/2018-4-15-10-33-0-una-terminal-en-la-linea-que-unia-dos-puertos
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