viernes, 16 de agosto de 2013

San Pedro, la estación del ramal CC que pertenece a un pueblo de dos provincias

Viernes 16 de Julio de 2013.

Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar


La primera estación de Santiago del Estero-Catamarca del troncal CC se creó en 1883 y se cerró en 1993. Pero la línea se habilitó en octubre de 1876. El 70% del pueblo, que creció en torno de la parada, está en tierra santiagueña y un 30%, en catamarqueña.

TRECE DÉCADAS. La estación sampedrina tiene 130 años , pero la galería del andén fue depredada. El edificio verde agua está casi abandonado.


El paisaje es pintoresco, mítico y dispar. Las casas de antaño se confunden con los barrios nuevos. En la parte santiagueña las calles de pavimento parecen más que las de tierras. Pero sólo es una ilusión óptica. Para el lado catamarqueño la plaza nueva coincide con la arquitectura de sus boliches bailables y contrasta con la sencillez de las viviendas que la circundan.

Triple frontera

A 137 km al sur de San Miguel de Tucumán, dos trazados urbano de dos provincias distintas coinciden en un mismo pueblo y una misma parada ferroviaria. Es la estación San Pedro, cuyas vías del troncal CC (ex Central Norte, ex Central Córdoba y ex General Belgrano) dividen a San Pedro de Guasayán (en Santiago del Estero) de San Pedro de Santa Rosa (en Catamarca). Unos 6 kilómetros más hacia el sur se suma el territorio tucumano y conforman una triple frontera provincial. Pero sus habitantes conviven social y comercialmente sin tener en cuenta esta situación política de límites, según dicen los ancianos sabios de esta zona rural, cuando se pisa un mismo suelo y se comparte el mismo sol todos los días, no hay límites.

UN CARGUERO. Desde el lado santiagueño se observa a la formación.


Un rectángulo

La parada ferrocarrilera se localiza al este del paraje biprovincial. Es un rectángulo de 600 metros de largo por 160 m de ancho. Libertad es la calle paralela a las vías del lado santiagueño y Eva Perón, la del sector catamarqueño.

"La llegada del primer tren, en octubre de 1876, abrió a los incipientes pobladores de esta localidad -que nació, creció y permanece en torno al predio ferroviario- un nuevo horizonte de utopías. Y no fueron pocos los que se aventuraron a soñar que sus posesiones y el nombre de San Pedro perdurarían, sin imaginarse que con ellos, su propia historia y el pacto de unión con esta tierra, enraizarían lo más íntimo de una cultura singular", explicó Guillermo Herrera, autor del prólogo de la "Primera Investigación Histórica de San Pedro: 1762-2000", de Cecilia Rodríguez Cáceres.

EN CATAMARCA. La parte trasera está en San Pedro de Santa Rosa. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.


"Los habitantes de más años de este pueblo recuerdan la estación ferroviaria y su amplio predio, donde setenta años atrás, los carros tirados por tropillas de 6 0 o 10 mulas cargaban y descargaban leña y carbón rompiendo el apacible silencio del lugar", describió Ramón Sueldo, de 59 años y habitante de San Pedro de Santa Rosa.

Kilómetro 1136

La estación, que se encuentra en el kilómetro 1136, todavía cuenta con cuatro vías del lado santiagueño y tan sólo dos, que van hacia los silos, en la parte catamarqueña.

Alberto Eladio Gómez, de 79 años de edad, jubilado ferroviario, puso énfasis en "las pilas de leña de quebracho y de algarrobo con montañas de carbón, que aguardaban para ser transportadas en el tren hacia los ingenios tucumanos".



"También había un corral para transportar ganado vacuno y caprino -añadió Gómez-. Pero todo quedó en el pasado. Hoy solo puede apreciarse algún carguero perezoso recorriendo el camino de hierro y enormes silos que contienen los granos de la nueva actividad agropecuaria de la zona, que comenzó en la década del 70".

Don Alberto Eladio, que ingresó al ferrocarril en Frías, en 1954, explicó que "en 1955 fui al servicio militar y al regresar me destinaron a San Antonio de la Paz -una estación antes de llegar a Recreo-. Después me trasladaron a San Pedro de Guasayán. Yo era de Vías y Obras e integraba una cuadrilla de 24 operarios, que nos manejábamos en zorras. Por acá pasaba el Cinta de Plata y los cargueros 613 que venía de Frías y el 614 que iba de aquí hacia el sur" .

Desde el andén de los recuerdos

Primer tren.- El primer tren que pasó por San Pedro fue el 30 de octubre de 1876. El convoy había salido desde la estación Garitas, en General Paz, Córdoba, a las 7.30. LA formación pernoctó en Recreo, Catamarca, y luego marchó hacia Tucumán, a la estación Central Córdoba. Pero pasado el mediodía atravesó San Pedro de Guasayán y de Santa Rosa.

Diferente.- "La vida era diferente en Guasayán cuando el ferrocarril operaba. Había mucha gente que vendía cosas en la estación. Desde patay, empanadillas, alfajores hasta animales y bebidas. Muchos ibamos a ver pasar El Cordobés para divertirnos. El tren era todo por acá", dijo el doctor Luis Brunetti, intendente de la parte santiaguina.

Trocha angosta.- El Ferrocarril Central Norte (F.C.C.N.) (en inglés: Central Northern Railway) fue el primer ferrocarril de "trocha métrica" (1.000 mm.) construido en el país por el Estado. Su objetivo era ampliar el Ferrocarril Central Argentino, de trocha ancha (1.676 mm.), en ese momento en manos británicas, tendiendo una línea desde Córdoba hasta Tucumán. La trocha métrica se escogió por razones de economía.

La creación.- La Ley nacional 280, promulgada el 14 de Octubre de 1868, dispuso la creación de una línea ferroviaria que una las provincias de Córdoba y Jujuy, pasando por Santiago del Estero y Tucumán. En 1869, se autorizó al Poder Ejecutivo a contratar las obras del tramo Córdoba-Tucumán, especificando que debe usarse la trocha métrica (trocha angosta). A principios de 1873 comenzaron los trabajos la empresa Telfener y Cía. y en abril de 1875 se llegó hasta Recreo (Catamarca) alcanzando Tucumán (547 Km) el 30 de Octubre de 1876.

SILOS Y VAGONES. En ellos se acumulan granos y viven obreros de vías.


La explotación.- El estado nacional comenzó la explotación de la línea en 1877 y entre 1884 y 1888 se habilitaron los ramales que enlazaban Frías con Santiago del Estero y Recreo con Chumbicha (La Rioja). En Junio de 1886 se habilitó el ramal Tucumán a Juramento (salta). En 1887 se vendió a una empresa de capitales ingleses la línea principal Córdoba-Tucumán y los ramales a Santiago y a Chumbicha, con lo que el F.C.C.N. quedó reducido a 226 Km. y el nuevo ferrocarril se denominó Central Córdoba.-

Modesto.- La estación San Pedro contaba con un servicio de mensajería, una vez por semana. El edificio, de porte modesto, fue construido con techo de tejas, piso de madera y de mosaicos, además de un depósito y de habitaciones para el personal. Hoy carece de la galería del andén, está deteriorado y un sector de notables que quiere reacondicionarlo.

Inmigrantes.- La fecha de fundación de San Pedro de Guasayán data de 1762 al igual que la de San Pedro de Santa Rosa. Pero se tomó al 22 de abril de 1878. Los primeros inmigrantes fueron sirios libaneses, españoles e italianos.


Significados discordantes

Guasayán, según Emilio A. Crhistensen significa "camino detrás de las sierras". Aunque para Orestes Di Lullo (1898-1983) es "avizorar desde lo alto". Antes de la conquista española fue habitada por los diaguita huasanes, nombre que en cacán significaba "seres humanos". Guasayán sería "tierra de los huasanes", o en español, "tierra de los humanos".

http://www.lagaceta.com.ar/nota/556429/soci

viernes, 2 de agosto de 2013

Medinas añora el esplendor perdido por una traza ferroviaria que la marginó

Martes 2 de Agosto de 2013.

Alberto Horacio Elsinger
LA GACETA
aelsinger@lagaceta.com.ar


"Villa de Medinas/ pueblo antiguo,/ pueblo histórico, centenario/ Fruto perenne./ Nacido del pavés y de la espada/ de Don Gaspar de Medina,/ conquistador y genearca/ de preclaras generaciones/ argentinas./ ¿Quién pregona/ decadencias y olvidos?/ ¿Quién reclama/ pasados esplendores?/ ¿Quién repite/ leyendas ferroviarias?".

DE PIE. A pesar del deterioro de los techos de su galería, la estación de Medinas logró escaparse de la piqueta y de los depredadores. En su interior vive una familia. FOTOS DE OSVALDO RIPOLL / ARCHIVO LA GACETA.


El medinense Hugo Pichón Navarro grafica en su poema con precisión al pueblo ubicado en el departamento Chicligasta, a 87 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán.

"La Villa de Medinas fue un feudo que Francisco de Aguirre cedió a Gaspar de Medina (1530-1598), quien vino con él desde Chile a estas tierras. En 1587 era un encomendero de Acapianta, primitivo nombre del lugar. El reverendo padre David Dip, que fue nuestro historiador, dice que el nombre no deriva del mencionado Gaspar de Medina, sino de un hijo de éste, Diego, y da como fecha de fundación el año 1643", contó Adolfo Arias, de 50 años, delegado comunal de Medinas.

Otra fisonomía 

"¡Ahí estás!/ Te conservas/ orgullosa y señorial/ como vieja de abolengo./ La carcoma de los siglos/ no pudo con tu madero./ Te custodian/ tu río milenario,/ los sueños de los Abuelos,/ el morrión del Hidalgo,/ el alma del cura/ Miguel Román", agrega Pichón Navarro.

TANQUES. El nuevo, de hormigón, y, el viejo, de metal, están uno a la par del otro.


"En realidad el ferrocarril de Córdoba a Tucumán se constituyó en una de las principales fuentes de la actividad y del movimiento de la vida medinense. Cuando el riel llegó a Télfener (hoy Monteagudo), en 1876, me comentaba mi padre, que fue ferroviario, Medinas pasó a ocupar un importante rol en las comunicaciones", destacó don Nilo Navarro Villeco, de 85 años, nativo de esa histórica villa "Medinas -añadió- vivió por entonces su época de oro, que se extendió hasta 1895. Para entonces ya contábamos en la villa nada menos que con dos hoteles, correo, comisaría, hospital y telégrafo".

"Lo curioso era que acá todavía no había estación ferroviaria. Pero al estar bien ubicados en relación a Monteagudo cambió nuestra vida comercial. El transporte de mercaderías, maquinarias, instrumentos y enseres se hacía por tren y de aquí debían trasladarse a destino por otros medios de locomoción", puntualizó Arias.

LA MESA GIRATORIA. En un extremo del predio fue sustituida por una fuente.


"A raíz de ello -agregó el funcionario- la estación de Monteagudo se convirtió en una plaza fuerte de comercio y en un emporio de trabajo".

Al respecto, el "Nene" Navarro evocó a don Segundo Posse, quien en 1880 llegó con su tropa de carros a Medinas "para entregarse al acarreo de mercaderías de Monteagudo a Medinas y a otros destinos de la zona".

El tendido del Ferrocarril Noroeste Argentino. en 1889, sacó a Medinas del trazado principal, dándole un ramal adicional que lo comunicaba con Concepción.

EMPEDRADO. Construido a principio del siglo pasado, es una característica de sus calles.


La estación se construyó en un predio que hoy delimitan las calles Güemes al este, San Martín, al oeste, 25 de Mayo al norte, y 24 de Septiembre al sur. En el solar sólo existe el edificio de viajeros y, para el lado del hospital San José, se puede divisar la base de la plataforma giratoria, hoy convertida en una fuente. En cambio, hacia un costado, aún perduran el tanque de agua y la manga de carga para las locomotoras. Sólo una de las cinco vías es perceptible. Las otras cuatro ya no existen y en la playa de maniobras, los jóvenes del pueblo se divierten en "picantes" partidos de fútbol.

"Había tres servicios de trenes por día hacia Concepción. El primero salía a las 7.05. Era el famoso tren de palo que estaba conformado por un furgón estafeta, un coche de pasajeros clase única de madera y otro vagón de carga. Paraba en Humaitá primero, Humaitá segundo y San Ramón, antes de arribar a Concepción", contó don José "Pepe" Díaz, de 72 años.

"También había un cargadero de caña y venía un carguero diario con mercaderías diversas que se descargaba acá y luego las trasladaban a Trinidad y a otros lugares. Pero después se levantó todo en los 70 y nos quedamos sin nada", agregó don Pepe.

POSTAL. El Nene Navarro, de 5 años, junto a su padre.


"Villa de Medinas, / pueblo antiguo,/ permanecerás por los siglos de los siglos,/ porque tus hijos,/ y los hijos de tus hijos,/ trotamundos, peregrinos,/ arrastran en sus plantas/ el polvo de las raíces", dice al final Pichón Navarro.

Trastienda de una decisión injusta

La ley provincial N° 528 concedió a Samuel Kelton la autorización para construir un ferrocarril desde La Madrid hacia la capital tucumana.

En el informe del técnico A. Degoulet se dejó constancia de una modificación -propuesta por el concesionario- entre Concepción y Aguilares. El tránsito general del famoso ramal CC-12 no se haría por la Villa de Medinas, lo que sucedía antes, en la primera traza. Un ramal particular arrancaría de Concepción hacia Medinas. No pasaba por su centro urbano, sino a dos kilómetros de la misma villa y a cuatro del ingenio La Trinidad, que por aquel tiempo estaba en pleno crecimiento.

El ramal del Ferrocarril Noroeste Argentino primitivamente iba a pasar por Los Gucheas. Los rieles debían trazar la hipotenusa y base de un triángulo rectángulo, lo cual aumentaba considerablemente la longitud del tendido a cerca de 19 km. En cambio con el ramal de Concepción a Aguilares, las vías férreas tendrían nada más que 10 km. Para Medinas este trazado importaba una ventaja: un recorrido de sólo 11 km. Y llegaba a su centro. Mucho se dijo al respecto. Pero la disposición, producto o no de influencias interesadas, es más aceptable que la versión popular que habla de la oposición de un vecino a que el ferrocarril pasara por sus tierras.

El tramo Santa Ana-Monteros, de la línea del sur se inauguró el 16 de mayo de 1889. Pero cuando Medinas logró tener su estación el progreso se detuvo. El ramal Concepción-Medinas-Monteagudo-Las Termas de Río Hondo nunca llegó a concretarse, a pesar de los numerosos estudios que se hicieron. Los beneficios que hubieran reportado a esta zona hoy son incalculables. Y este pueblo, con tanta historia, fue injustamente relegado en la noche del olvido.

NOTABLES.- Personas ilustres y de gran actuación en la provincia surgieron de la Villa de Medinas. Al respecto, cabe recordar a don Octaviano Vera, ex gobernador de Tucumán; a la reverenda madre Mercedes Pacheco, fundadora del Instituto Cristo Rey y al maestro y notable escritor Fausto Burgos, entre otros notables que se destacaron como magistrados, legisladores y escritores.

RECUERDOS.- "Don Correntío Rosa Díaz y don Ernesto Roca solían transportar la mercadería que llegaba a la estación de Medinas para la Villa Trinidad. Recuerdo que la parada ferroviaria contaba con un auxiliar, don Armando Aguirre, el jefe de estación López y mi compadre Tafí Díaz. La estación tenía sala de espera, la boletería y tres asientos sobre el andén. En tiempos del tren, acá era distinto", rememoró Pepe Díaz.

IGLESIA PARROQUIAL.- El padre Cabrera cuenta que en 1741 en Medinas ya existía la capilla, la cual por ser la más importante del Curato fue designada iglesia parroquial el 27 de febrero de ese año. La patrona del lugar ya era la Virgen de la Merced. Su acción se extendió a una amplia zona que tenía poblados antiguos, tales como Alpachiri, Lazarte, Trejos, Chiquiligasta, La Ramada (hoy Concepción), Gucheas, Yucumanitas, Santa Cruz, Gastonilla, Atahona, etcétera. Esa información surge de los libros de su rico archivo parroquial.

JUSTICIA Y GRATITUD.- El tiempo implacable pareciera haberse detenido en la Villa de Medinas, para carcomer sus paredes y edificios; su estado, por las múltiples casas en sucesión, es más bien ruinoso. El comercio trabaja duramente. Sus tierras son óptimas para el cultivo. Es necesario que se las rehabilite. Al parecer acontece con Medinas lo que sucede con las cosas viejas: nadie espera ni cree necesaria su restauración. Pero es un deber de justicia y de gratitud acudir en su ayuda, dicen sus habitantes.

LOS CARNAVALES.- "En el tren también solíamos ir a bailar al recreo Los Cazón de San Ramón. En el mismo lugar, hoy funciona una panadería. En los carnavales sabíamos darle, sin prisa ni pausa, a la cerveza, a la serpentina y al papel picado", memora un paisano.

DECADENCIA.- Medinas comenzó un proceso de decadencia lenta, el que según algunas opiniones ya se había iniciado cuando los rieles llegaron a ella. Pero adquirió nuevos bríos al ser absorbida por los ingenios San Felipe de los Vega, la Trinidad y posteriormente el Aguilares, ubicados próximos a ella, que atrajeron población por tener trabajo seguro en las mencionadas fábricas azucareras.

http://www.lagaceta.com.ar/nota/554661/medinas-anora-esplendor-perdido-traza-ferroviaria-margino.html