domingo, 31 de julio de 2022

Los variados servicios que cumplía el personal de ferrocarriles

31 de julio de 2022.

Por: Silvestre Damus.


 

El 31 de julio de 1914 se pidió al personal de ferrocarriles que coopere en el cumplimiento de un decreto por el que se prohibió la pesca y venta del pejerrey proveniente de las lagunas ubicadas en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires desde el 30 de agosto hasta el 31 de diciembre de cada año, no pudiendo pescarse en ninguna época aquellos cuyas dimensiones no alcancen a veintisiete centímetros de largo, entendiéndose que esta medida comprende el largo que va desde el ojo hasta el nacimiento de la cola. Esta solicitud no fue acompañada ni por oferta de remuneración de este nuevo servicio ni por premios por pesca de infractores.

Imagínese a ferroviarios, a Jefes de Estación, actuando como si fueran aduaneros inspeccionando equipajes y encomiendas, midiendo peces y denunciando a quienes pescaron en época de veda o pescaron pejerreyes demasiado chicos. Es probable que hoy nadie se imaginara eso, pero así fue. El decreto de fecha 7 de julio de 1914 figura en Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires, Tomo 2, julio-diciembre 1915, página 621. En página 622 el Art. 5° reza: “Diríjase nota a las empresas ferroviarias a fin de pedirles quieran prestar también su concurso para el cumplimiento de este decreto”.

Leído esto puede continuarse repasando una breve selección de tareas encargadas a ferrocarriles en apoyo de actos de gobierno. El criterio seguido en esta selección fue para mostrar la amplitud de las ocupaciones de personal ferroviario.

En mayo de 1927 se remitió a los Jefes de estación tres cuestionarios preparados por el Ministerio de Guerra referente a la producción de pasto, avena y leña en la zona servida.

Cartas de porte de mercaderías sujetas al pago de impuestos internos fueron remitidas a la Administración de Impuestos Internos de la Nación. La Ley de Impuestos Internos Nº 9.647 sobre vinos prohibió entrega de cargamentos de vino sin previo aviso a la Administración de Impuestos Internos.

El Ferrocarril Pacífico estacionó vagones en cercanías de Villa Atuel albergando 1.500 damnificados por el terremoto del 30 de mayo de 1929.

La Comisión de Organización y Reglamentación de la Ley de Granos y Elevadores Nº 12.253 dirigió nota directamente a los jefes de estación, solicitando completar o corregir listas remitidas con nombres de agricultores en sus zonas.

Por nueva reglamentación de la Ley Nº 4.531 Provincia de Buenos Aires, Impuesto a los Productos Agrícolas del año 1938, los jefes de estación debían exigir de cargadores de cereales un certificado comercial de transporte emitido por el Ministerio de Hacienda de dicha Provincia.

Por decreto de 1938 los cargadores de yerba mate canchada o molida debieron presentar guía de libre tránsito expedida por la Comisión Reguladora de Yerba Mate.

Los Jefes de estaciones actuaron como agentes de la Junta Reguladora de Granos en la venta de maíz que no tuvo otra salida por escasez de naves de ultramar, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional de 1940.


En 1941 se accedió a un pedido formulado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, para que los jefes de estación acepten el cargo de presidente de la comisión local de distribución de bolsas.
En 1944 la Comisión Distribución del Caucho pidió que se eleven planillas con información sobre cantidades de cubiertas nuevas despachadas y con datos personales de los remitentes muy detallados.
Por decreto de 1943 no se debió despachar fertilizantes derivados del pescado sin declaraciones escritas por duplicado declarando la clase de mercadería, número de bultos, peso, estación o puerto de embarque, fecha del mismo, nombre del establecimiento de procedencia y número de inscripción en el Ministerio de Agricultura.

En noviembre de 1943 se pidió colaboración con trabajos gravimétricos realizados por el profesor titular de Geodesia de la Facultad de Ciencias Exactas.

Por Art. 8° de la Ley Nº 13.015 sobre inscripción de Productores Agropecuarios se debió exigir al productor remitente el certificado que acredite estar inscripto en el año correspondiente en el Registro Nacional de Productores Agropecuarios.

El 29 de octubre de 1948 se autorizó (léase exigió) a las gerencias de ferrocarriles a descontar del aguinaldo un día de jornal de los afiliados a la Unión Ferroviaria con destino a la Fundación Evita.
Las empresas mismas exigieron de sus Jefes de estación la ejecución de tareas que además de ser necesarias para el ferrocarril sirvieron al interés general de la Nación. Entre éstas hubo una que tuvo que ser cumplida diariamente; la otra mensualmente.

Jefes elevaron diariamente a sus respectivas Superintendencias de Tráfico partes meteorológicos. Esos fueron útiles para los responsables del mantenimiento de vías que podrían ser aflojadas por exceso de lluvia. Para asegurar buen servicio de trenes y distribución de vagones adecuada las mismas Superintendencias hicieron pronósticos de la producción agropecuaria basados en observaciones hechas mensualmente por Jefes de estaciones que recorrían las zonas que sirvieron. En esas recorridas mensuales estimaron las cantidades de terneros y corderos, de hacienda de todas clases, de hectáreas sembradas, cosechadas, y rendimientos por hectárea discriminando los distintos cereales.

Las observaciones meteorológicas y agropecuarias fueron pasadas sin cargo al Servicio Meteorológico Nacional y al Ministerio de Agricultura de la Nación. Así se dio acceso al Servicio Meteorológico a unas dos mil estaciones distribuidas por todo el territorio al Norte de Patagones, y el Ministerio de Agricultura tuvo otros tantos observadores independientes que complementaron sus propias estimaciones. Totalizando datos recibidos de las empresas ferroviarias con los suyos las reparticiones nacionales pudieron publicar estadísticas a nivel nacional. Esa publicación del total nacional redundó en beneficio de las empresas permitiéndoles apreciar la prosperidad general del país, el volumen del tráfico y sus probables ingresos brutos.

Si bien es cierto que los ferrocarriles prestaron esos servicios sin cargo alguno, es justo mencionar que ocasionalmente recibieron expresiones de agradecimiento. La Junta Reguladora de Granos agradeció la actuación de Jefes de estación quienes, en calidad de voluntarios integrantes de Comisiones Asesoras, informaron sobre la existencia de granos de la cosecha 1933/34 adquiridos por la Junta y vigilaron los cereales negociados.

En diciembre de 1943 el Comandante de la Defensa Antiaérea del Interior agradeció la valiosa cooperación que la gerencia del FCCA prestó a ejercicios de defensa antiaérea dirigidos por su Comando. “La aplicación de las directivas impartidas ha sido inobjetable, constituyendo un alarde de disciplina y organización”.

Por carta de enero 1944 a la Gerencia del FCCA, el Director de la Dirección de Meteorología de la Nación puso “de relieve, una vez más, la amplia y valiosa colaboración que en todo momento esta Repartición ha recibido de la Institución de su digna gerencia general, y, en especial, la que han prestado numerosos servidores de esa Empresa por la atención de estaciones pluviométricas. Esta ininterrumpida… labor silenciosa y generalmente ignorada… fundamenta múltiples servicios de orden público que resguardan y orientan vitales intereses”.

En febrero de 1944 la gerencia del Ferrocarril Pacífico fue enterada de la “satisfacción y agradecimiento por la eficaz colaboración prestada por la Compañía en el cumplimiento de las instrucciones impartidas por el Gobierno Nacional para el socorro, evacuación y albergue de los habitantes de San Juan afectados por el terremoto del 15 de enero de 1944, haciendo resaltar la pronta disposición mostrada por todo el personal de la línea en operación de servicios especiales organizados por la Compañía”.

A modo de reflexión final cabe preguntarse si acaso hoy empresas relacionadas al transporte automotor de cargas brindarían a través de su personal igual apoyo a los poderes públicos…

FUENTE: S. Damus, Materiales para la historia de ferrocarriles argentinos en base a FCCA, Órdenes Semanales de Servicio, por gentileza de la Asociación Rosarina Amigos del Riel e instrucción por el Sr. Beain en Museo Ferroviario Nacional.

FOTOGRAFÍA:
Señor Ferruccio Zangarini, Jefe de Estación Ballesteros, autor de “Deberes, Trabajo y Responsabilidades de los Jefes de Estación”, en Revista del Ferrocarril Central Argentino, Mayo 1912, pp. 280-283, artículo premiado en concurso para Jefes de Estación.

AGRADECIMIENTO:
Agradecemos muy especialmente la colaboración que nos brinda el Master y Ph. Silvestre Damus, Miembro Correspondiente de la Junta de Historia de Rosario en Ottawa, Ontario, Canadá; autor entre otras publicaciones del libro "Who was who in Argentine Railways. 1860 - 1960".

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