sábado, 16 de abril de 2022

Locomotora N°81. Una joyita ferroviaria de 1910

 16 de Abril 2022.

La ciudad de Gualeguaychú conserva una verdadera joya de la era del vapor en la historia del ferrocarril.

 

En 1984, la Comisión Pro – Museo Ferroviario, consigue rescatar del olvido a la locomotora a vapor N°81 a la cual se la restauró y se le repusieron algunas piezas faltantes con el objetivo de mostrar una locomotora completa que pudiera contar por sí sola cómo sería conducir una de estas maquinas de principios del siglo XX.


 

Completa hasta en sus más mínimos detalles, la 81 conserva incluso su placa de fábrica y la placa que certificaba que la locomotora estaba operativa. Sumado a todo esto, el Museo Ferroviario de Gualeguaychú “Enrique Aagaard” cuenta con la ficha técnica y fotografías de la misma funcionando en diferentes estaciones de Argentina e incluso funcionando en el Paraguay.




Comprada cero kilómetros en 1910 y funcionando hasta su último viaje, descarrilo en 1981, es una locomotora a vapor con más de 70 años de servicio y con aproximadamente 2 millones de kilómetros recorridos que espera la visita de quienes buscan maravillarse con un relato que abarca más de cien años de historia.


 

Podes recorrer esta locomotora a vapor los días sábado y domingo de semana santa, de 08:00 a 12:00 hs.

 El Museo Ferroviario de Gualeguaychú está emplazado en el Parque de la Estación

Calles: Maestra Piccini y Maipú

Teléfono: (03446) 437034

Correo electrónico: mferroviario@gualeguaychu.gov.ar – parqueestacion1984@gmail.com

Ig: @museoferroviariogchu

Fb: Museo Ferroviario Gualeguaychú

https://gualeguaychu.gov.ar/redaccion/locomotora-n%C2%B081.-una-joyita-ferroviaria-de-1910


viernes, 15 de abril de 2022

Primer embarque de trigo a Europa

 15 de abril 2022.

Por: Ernesto Del Gesso.

 

El 12 de abril de 1878 es la fecha en la que ha quedado simbolizado en Rosario el primer embarque de trigo a Europa en escala muy superior con relación a los que venían realizándose con anterioridad a ese día. La fecha del embarque y demás detalles se originan en el discurso de apertura de sesiones del Congreso Nacional en 1879 por el presidente Nicolás Avellaneda recordando su visita a Rosario el año anterior. Manifestación expresada con la euforia del movimiento visto en el puerto cargando cereales con destino a Europa.

Influyeron también sus charlas con Carlos Casado del Alisal, fundador de la Colonia Candelaria, considerada modelo, hoy Casilda. A uno de sus tantos embarques en los muelles del emprendedor, el presidente le otorgó fecha no registrada y la desmesurada cantidad de 4.500 toneladas cargadas en seis buques que, a la media de 560 toneladas que cargaban los veleros de la época hubiesen sido necesarios unos 16 en lugar de los 6 que señala. Más allá de algunas inexactitudes, debe festejarse la mención de la importancia del puerto de Rosario como factor de progreso y futuro del país en el discurso del presidente Avellaneda. Además, pone de manifiesto una vez más la significación de la gestión del empresario español, colonizador (y terrateniente en Paraguay), banquero, su entidad en Rosario la vendió al Banco de Londres y fue primer presidente del Banco Provincial de Santa Fe.

Además, fue creador del Ferrocarril Oeste Santafesino, originariamente de Rosario, con puerto sobre su muelle, a Casilda para el traslado de la producción cerealera e importación de insumos y maquinaria agrícola que lucía en la colonia. Todo esto fue realidad, aquello del discurso presidencial, se transformó en tradición y ésta, en un símbolo del potencial exportador del puerto en plena vigencia y el lugar, sitio histórico, perpetuado por la escultura en relieve titulada “El labrador”. Obra de Lucio Fontana con la colaboración de Osvaldo Raúl Palacios en la ladera de la barranca, símbolo geográfico de Rosario.

https://www.lacapital.com.ar/cartas-lectores/una-fecha-recordar-n10013269.html


sábado, 9 de abril de 2022

Tramway Rural: cuando se podía ir de Buenos Aires a Zárate en un tranvía a caballo

 9 de abril de 2022.

Por: Marcelo Metayer, de la Agencia DIB.

A Federico Lacroze, que ya administraba tranvías en la Capital, se le ocurrió ofrecer un servicio rural que compitiera con el ferrocarril. Y le ganó. Hasta tenía tranvía dormitorio, algo único en el mundo.

 

Al mirar fotos antiguas, es muy probable que aparezcan vehículos sobre rieles. Uno está acostumbrado a que si el entorno de la imagen es urbano, lo que ve sea un tranvía; y en el caso de un contexto rural, se tratará de un tren. Pero, ¿y si ambos se combinan? ¿Es posible que hayan existido tranvías rurales? La respuesta es sí. Y durante varios años, a fines del siglo XIX, en el norte de lo que ahora llamamos Gran Buenos Aires era común ver vagones sobre rieles tirados por caballos. Si hasta había "tranvías dormitorio", algo único en el mundo. Este servicio circuló entre la Chacarita, en la ciudad de Buenos Aires, y Zárate: más de 100 kilómetros, que se hacían en unas seis horas.

Todo empezó en 1884. El 29 de abril, el empresario Federico Lacroze, pionero del tramway en la Ciudad de Buenos Aires, solicitó una concesión para instalar "varias líneas de tranvías en la campaña de la Provincia, empleando la fuerza de animales de la raza caballar". El proyecto fue sometido para su estudio al Departamento de Ingenieros de la Provincia, así como al Asesor General y al mismo Ferrocarril del Oeste, que era propiedad del Gobierno bonaerense. Se hicieron algunas observaciones, se obtuvo el aval de la Honorable Legislatura y se accedió al pedido el 2 de octubre. El contrato definitivo se firmó en La Plata el 4 de febrero de 1886.




Hacía rato que los hermanos Lacroze, Federico y Julio - abuelo de Amalita de Fortabat-, tenían esta idea en la cabeza. En 1866, 20 años antes de la concesión, publicaron un texto titulado "Los ferrocarriles económicos y el porvenir de la Argentina" donde defienden la utilidad de los tranvías fuera de la urbe porteña y como complemento del ferrocarril. La idea era mejorar el transporte para las fincas y las producciones hortícolas, además de pasajeros.

Recorridos

El artículo 1º del contrato especifica el recorrido que iba a tener la nueva línea. Así, dice que arrancará de la estación de Almagro, seguirá hasta la Chacarita, y luego por la calle Santa Fe hasta el entonces pueblo de Saavedra. De ahí, a San Martín. Luego, "siguiendo hasta Villa Colón, pasando por Bella Vista, San Miguel, Pilar, Capilla del Señor, Giles, Carmen de Areco, Salto, Rojas y Villa Colón; comunicando Capilla del Señor con Zárate y Campana, como también una línea que partiendo de Giles, pase por Villa de Luján, Marcos Paz, San Vicente y llegue hasta el Dique Nº 1 del Puerto de La Plata y otra desde Pilar á Giles directamente". Era un proyecto a primera vista ambicioso, pero se llevó a cabo casi completo, y solo quedó sin realizarse el ramal San Andrés de Giles - puerto de La Plata, vía Luján.




En cuanto a costos, la Legislatura avaló a Lacroze con el 5% del valor de la construcción de la línea, fijándose un básico de no más de 5.000 pesos fuertes por kilómetro. Los rieles eran los comunes del tipo "Vignole", de un peso de 15,5 Kg por metro lineal, y colocados en una trocha de 1,435 metros, la misma que la de todas las empresas de tranvías porteños.

Seis horas hasta Zárate

La construcción avanzó con celeridad. Así, en abril de 1888 ya estaba habilitado el servicio Chacarita - Pilar. En julio se llegó a Zárate, y el 27 quedó habilitado el servicio para cargas, mientras que el de pasajeros debió esperar hasta septiembre.

La característica principal de la empresa, en sus comienzos, fue la de utilizar caballos para la tracción. Esto ocurrió hasta 1891, cuando recibió el permiso para utilizar locomotoras a vapor. Así, el Tramway Rural se convirtió durante varios años en la línea de caballos más larga del mundo, con un recorrido de casi 105 kilómetros entre cabeceras.

Esa longitud tenía su precio: el viaje duraba más de seis horas, y aproximadamente cada hora, después de recorrer unos 16 o 17 kilómetros, se cambiaban los caballos por unos frescos. El diario porteño El Nacional publicó una crítica mordaz en la que se afirmaba: "Se quejan y con mucha razón del pésimo servicio de la línea del Tramway Rural de Buenos Aires a Capilla del Señor, inaugurada por el señor Lacroze recientemente. Un viaje de Buenos Aires a Capilla en Tramway es la vida perdurable. Hay que hacer testamento primero".

No obstante estos inconvenientes, el Tramway Rural fue todo un éxito. En una nota sobre Federico Lacroze en Caras y Caretas de 1899, pocas semanas después del fallecimiento del empresario, se destaca que el servicio benefició "a los hacendados y chacareros, con precios de transporte más ventajosos que los ferrocarriles".

Hacer el viaje en el tramway, por caso, era mucho más rápido y cómodo que en los carricoches de las mensajerías que cubrían la zona, según aseguraban. Pero lo que resultó un éxito absoluto fue el servicio de cargas: los chacareros podían expender su mercadería prácticamente en la esquina de su casa, y de allí iba directo a los mercados.

Por otra parte, el Tramway Rural cubrió el servicio fúnebre en tranvía -no olvidemos que salía frente al Cementerio del Oeste- y dio oportunidad, a quien pudiera pagarlo, de hacer el viaje a la campaña en tranvía dormitorio, caso único en el mundo en servicios a caballo.

Paso a ferrocarril

En 1892 se comenzó la construcción del otro ramal, que nacía en Fátima -Pilar-, y llegó hasta Carmen de Areco en 1896. En ese momento ya la propulsión de los vagones era a vapor.

De hecho, al año siguiente la compañía cambió de nombre y abandonó el "Tramway", para pasar a llamarse decididamente Ferrocarril Rural de la Provincia de Buenos Aires. Y el 11 de octubre de 1906 volvió a mudar su denominación, a Ferrocarril Central. Fue el último ferrocarril en pasar al Estado, en 1949, para integrar la línea General Urquiza. Esta línea, con los años y los sucesivos gobiernos no muy interesados en los trenes, fue perdiendo extensión hasta que hoy en día solo cubre dos tramos, uno hasta San Miguel y el otro hasta Hurlingham. La estación cabecera, claro, se llama Federico Lacroze. Está frente al Cementerio de la Chacarita, como en 1888. Aunque su fundador, curiosamente, no está sepultado allí, sino en la Recoleta. (DIB) MM

https://www.diarioeltiempo.com.ar/nota-tramway-rural-cuando-se-podia-ir-de-buenos-aires-a-zarate-en-un-tranvia-a-caballo-184915


martes, 5 de abril de 2022

A 112 de la creación de un hito para Mendoza: el tren trasandino

martes, 5 de abril de 2022.

 Hoy se cumplen 112 años de la inauguración del Ferrocarril Trasandino que unía la ciudad chilena de Los Andes con la ciudad argentina de Mendoza. Tras varias interrupciones, se pudo llevar a cabo gracias al trabajo en equipo de los dos países hermanos.

 

El 5 de abril de 1910 se inauguró el Ferrocarril Los Andes-Mendoza que unía estas ciudades en Chile y Argentina, respectivamente. Se terminó tras casi 40 años, desde su licitación en 1872.

Era una época de anhelo y progreso. En este contexto, los hermanos chilenos Juan y Mateo Clark dieron pie al primer servicio telegráfico que cruzó la cordillera, entre Santiago de Chile y Mendoza. Fueron también ellos, hijos de un inmigrante escocés, quienes buscaban una mejor ruta para comerciar con nuestro país, desde Valparaíso, donde vivían.

 

El emprendimiento tuvo una serie de interrupciones hasta que finalmente pudo empezar su construcción. Una de ellas fue la Guerra del Salitre (entre 1879 y 1884) de la que participaron Chile, Bolivia y Perú. Otra de las interrupciones se debió a los conflictos fronterizos patagónicos entre Chile y la Argentina, finalizados en 1881. Finalmente, la muerte del presidente chileno José Manuel Balmaceda en medio de la Guerra Civil del país vecino (conocida como la Revolución de 1891).

La construcción del Ferrocarril Trasandino Argentino, como se conocía en nuestro país, fue otorgada a la empresa Ferrocarril Trasandino Clark, pero luego de su embargo, la concesión la recibió la inglesa Trasandine Construction Company. En esta gran obra trabajaron obreros de distintas nacionalidades, en especial, chilenos.

Además del beneficio comercial que traería la unión trasandina de estos dos países, la Argentina preparaba su primer aniversario de la Revolución de Mayo, en 1810. La construcción de grandes edificios emblemáticos, de imponente arquitectura, también preparaban su inauguración para 1910 o antes.

 

En 1948, se nacionalizaron los ferrocarriles ingleses en nuestro país, por lo cual el tramo de este lado de la cordillera comenzó a formar parte del Ferrocarril General Belgrano. El 21 de septiembre de 1979 se realizó el último viaje en el Ferrocarril Trasandino y los aludes de junio de 1984 (tanto del lado argentino como del chileno) sepultaron la posibilidad de que pudiera volver a ser utilizado.

Hubo otro proyecto de este tipo entre Chile y Argentina en esa época: un ferrocarril transandino carguero que uniría la región chilena del Biobío con la provincia de Neuquén. Sin embargo, en 1911 la constructora a cargo del uruguayo Justino Beláustegui abandonó el proyecto.

https://www.mdzol.com/sociedad/2022/4/5/112-de-la-creacion-de-un-hito-para-mendoza-el-tren-trasandino-233868.html