viernes, 19 de agosto de 2022

El día en que dos trenes chocaron de frente en La Banda, en 1960

 19 de agosto de 2022.

Por: Eduardo Espeche.

Dos formaciones colisionaron en la estación bandeña y el impacto se percibió a un kilómetro a la redonda. Se trata de uno de los peores accidentes ferroviarios de la historia local, donde hubo una víctima fatal y 20 heridos.

 

El 17 de julio de 1960 amaneció con un cielo despejado y una helada de un grado bajo cero en la ciudad de La Banda. En la estación de trenes se detuvo una formación de carga del Mixto, que cubría Buenos Aires con Tucumán y se comenzaron a descargar mercaderías y leche.

La locomotora 7204 era conducida por Juan Biglini y lo acompañaba el foguista Juan Claudio Olivera. La estación comenzaba a tener movimiento en la mañana fría y nada hacía prever que en minutos se desataría la tragedia.

Biglini advirtió que a unos 300 metros se aproximaba a velocidad un convoy de pasajeros El Tucumano, traccionado por la locomotora 8204 que provenía precisamente de Tucumán.

Era conducida por el maquinista Rubén Carletti, a quien acompañaba el foguista Primo Boglio. Carletti fue reconocido por la Unión Ferroviaria como un conductor experimentado y que incluso era instructor.

La noticia salió en primera plana de El Liberal, que en esa época prácticamente no tenía títulos locales en tapa (gentileza biblioteca provincial 9 de Julio).


Pero ya cuando se aproximaba a La Banda, cerca de Ardiles, comenzó a notar que el mecanismo de frenado no respondía, por lo que dio aviso allí para que se radiara a La Banda.

Lo que se decidió es que el Mixto esperara en la estación bandeña para que se efectuara el cruce de ambos convoyes y no en San Ramón, como estaba previsto.

Pero ya cuando se aproximaba a La Banda, cerca de Ardiles, comenzó a notar que el mecanismo de frenado no respondía, por lo que dio aviso allí para que se radiara a La Banda.

Lo que se decidió es que el Mixto esperara en la estación bandeña para que se efectuara el cruce de ambos convoyes y no en San Ramón, como estaba previsto.

Pero unos 5 kilómetros antes de llegar a La Banda, Carletti se dio con que los frenos no respondían y empezó a hacer sonar su silbaro, pero fue enviado por la misma vía principal donde estaba el Mixto. Pronto se encontraron en rumbo de colisión con el otro tren.

UN TESTIGO DE LA CATÁSTROFE


Un testigo privilegiado de la catástrofe fue Sebastian Carmona, quien en ese preciso momento cruzaba el alto nivel desde la avenida Besares.

“Caminaba aproximadamente a la escalinata de acceso al paso nivel desde la avenida Besares cuando empecé a escuchar con extrañeza el insistente sonar del silbato, todavía lejano, de una máquina Diesel”, rememoró.

Como el sonido no se interrumpía, intuyó “que algo anormal debía ocurrir puesto que no se trataba de una máquina parada que solicitaba acceso, sino que ésta se aproximaba a la estación insistiendo con el silbato que se me figuró un desesperado alarido en busca de atención”.

“Ya en el último descanso de la escalinata vi aparecer el convoy del Norte a gran velocidad. Miré a la derecha y observé en vía primero detenido al tren Mixto. Volví a la cabeza a la izquierda para ver nuevamente a El Tucumano que se aproximaba sin disminuir la velocidad ni cejar en su silbato”, precisó Carmona.

 

Segundos antes de la colisión vio a Boglio saltar de la locomotora en marcha de El Tucumano con tanta mala suerte que se golpeó la cabeza con una señal de hierro y quedó tendido al costado de la vía, desvanecido sobre el piso helado.

Carmona alcanzó a divisar que los pasajeros sacaban sus cabezas por las ventanillas, intrigados porque el tren no disminuía la velocidad.

Biglini advirtió que la formación no disminuía su impulso al aproximarse a la estación e ingresar en la misma vía principal donde estaba detenido su tren y desesperado puso en reversa la locomotora mientras hacía sonar su potente bocina. Pero apenas alcanzó a retroceder 15 metros.

Las dos locomotoras chocaron con un gran estruendo que se percibió a diez cuadras a la redonda, según las crónicas periodísticas de la época. El reloj marcó las 8.42 de una jornada que quedaría en la memoria de la provincia.

 

Las locomotoras acorazadas chocaron con gran estruendo, y la inercia provocó que los vagones se aplastaran. El Mixto fue obligado a retroceder por El Tucumano y un vagón frigorífico que trasladaba leche desde Rafaela se desintegró y su techo quedó arriba de la primera locomotora. Los otros dos vagones transportaban encomiendas.

Al ver que la colisión era inminente los familiares que esperaban pasajeros abandonaron el andén para ponerse a cubierto, presas del pánico. Hubo una gran explosión y astillas de vidrio y madera, pedazos de hierro que volaron en todas direcciones, al igual que cientos de litros de leche.

Justo en ese momento Mercedes del Tránsito Correa (37) cruzaba el pasillo entre los vagones 708 y 5862, de segunda clase, y perdió la vida en forma instantánea al ser aplastada. La mujer vivía en la localidad de Quilmes, provincia de Buenos Aires. De milagro no hubo más víctimas fatales.


Policías y operarios rescatan el cuerpo de la única victima fatal, una mujer de Quilmes (Buenos Aires).

 

Carmona indicó que “en ese instante –todo sucedió en 2 o 3 segundos- la nube de polvo lo cubrió todo. Al disiparse todo movimiento había cesado y se observaban en un amplio radio los restos del desastre. Un paragolpe con sus varios centenares de kilos había saltado por sobre el andén y descansaba sobre del otro lado de las vías del ramal a Santiago”.

Otro yacía debajo del segundo vagón de El Tucumano; varias ruedas desprendidas habían sido despedidas hacia la izquierda. En fin, un cuadro espectacularmente trágico mientras comenzaban a descender los pasajeros de El Tucumano, que corrían de un lado a otro y por las puertas y ventanas de las casas aparecían sus moradores asustados”, evocó el testigo.

Unas 20 personas resultaron con golpes, cortes y quemaduras. Por la fuerza de la colisión fueron arrastrados por los pasillos y luego muchos se hirieron al escapar por las ventanas con sus vidrios astillados y entre los hierros retorcidos. La confusión era total.

Los vecinos comenzaron a congregarse y a rescatar a los pasajeros que fueron trasladados al hospital de La Banda y al policlínico ferroviario de la ciudad.

El cronista de El Liberal destacó que el entonces subsecretario de Salud, Jorge Jozami, y sus colegas Darío Alonso y Elías P. Llugdar se encontraban en los andenes para despedir a familiares cuando ocurrió la colisión y no dudaron en brindar primeros auxilios a los heridos.

 

También señaló el médico Ricardo Abdala asistió a varios heridos en su propio consultorio y también un chofer de autos de alquiler colaboró con el traslado de los lesionados a los nosocomios.

Las pérdidas se estimaron en 25 millones de pesos de la época.

El propio gobernador Eduardo Miguel llegó al escenario del desastre, después de interrumpir su agitada agenda en aquellos días, cuando se encontraba abocado a la culminación del dique de Termas de Río Hondo y había rumores de intervención de su gobierno, algo que el ministro del Interior, Alfredo Víttolo -de la gestión de Arturo Frondizi-, desmentiría por esos días.

El juez federal ordenó la detención del maquinista Carletti, los guardas Claudio Pacheco y Andrés Galvez Ruiz, más el foguista Boglio que había sufrido una conmoción cerebral pero que horas después se recuperó y se le puso vigilancia en el nosocomio donde se recuperaba.

Los demás lesionados también evolucionaron favorablemente.

A los guardas se los señaló por haber enviado a El Tucumano por la misma vía donde estaba parado El Mixto, pero también porque los responsables de la estación no dispusieron que esa formación se ubicara en una vía alterna para evitar la tragedia.

La policía provincial y federal acordonó la zona que se plagó de curiosos y hasta colaboraron soldados del Regimiento 18 movilizados por la desgracia, mientras los empleados ferroviarios con no pocas dificultades separaron las locomotoras y comenzaron las tareas de despeje de vías con grúas especiales.

Esta no fue la peor tragedia ferroviaria de Santiago del Estero. El 16 de enero de 1935 unos 18 obreros murieron cuando cruzaban el río Albigasta, cerca de Frías.

Fuentes: diario El Liberal (archivo de la biblioteca 9 de Julio) y La Nación.

https://noti.news/2022/02/25/el-dia-en-que-dos-trenes-chocaron-de-frente-en-la-banda-en-1960/?fbclid=IwAR0fU0KMVLPuNJUp50tN9WNtyTt2Qz0Z3IR2kj05moFtykyQntjL-thcKV8


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